La Fiscalía y la policía registraron ayer las oficinas del estatal Banco de Crédito para la Reconstrucción y el Desarrollo (KfW) en Fráncfort por sospecha de malversación con la transferencia a Lehman Brothers. Foto: FRANK RUMPENHORST/EFE

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AGENCIAS-WASHINGTON

España no estará presente a título individual en la cumbre que debe discutir las reformas del sistema financiero internacional, si no cambian las cosas. La Casa Blanca ha convocado para el 15 de noviembre en Washington la reunión y sólo los líderes del G20 discutirán cómo afrontar la crisis y evitar otras en el futuro. A pesar de esta exclusión, la Casa Blanca aseguró que está dispuesta a escuchar las ideas que España quiera presentar en la cumbre financiera a través de alguno de los líderes que participarán en la misma.

Esto ocurre después de que, ayer por la mañana, el presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, defendiera la presencia española en la cumbre y asegurara que intentaría convencer a EEUU. El G20 es el grupo del que forman parte la UE, el G7 -los países más desarrollados del mundo- más Rusia, China y la India, además de otras naciones emergentes, entre ellas Argentina, México y Brasil.

Eso implica que la decisión de que la cumbre se celebre en el marco del G20 deja a España fuera de la misma, a pesar de la defensa de esa presencia que ha hecho el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

A pesar de esta exclusión, la Casa Blanca aseguró que está dispuesta a escuchar las ideas que España quiera presentar en la cumbre. Según declaró el portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto «no hubo una decisión de excluir a España». El Gobierno de Zapatero insistió ayer en que hay razones objetivas para que España participe en la cumbre. Por su parte, el PP ha ofrecido «toda su ayuda» al Gobierno ya que cree que sería «letal» para nuestro país resultar excluido de esta cumbre.