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AGENCIAS-N.YORK/WASHINGTON Barack Obama camina con paso seguro hacia la Casa Blanca y podría hacer historia convirtiéndose hoy en el primer afroamericano en llegar hasta ese puesto, haciendo realidad el sueño americano. El camino no ha sido fácil para este hijo de padre keniano, al que apenas conoció, y madre nacida en Kansas, que se crió a caballo entre Hawai e Indonesia y estudió Derecho en Harvard.

Obama se ha convertido en un icono para muchos jóvenes y sobre todo para la comunidad afroamericana de Estados Unidos y su promesa de cambio ha movilizado a multitudes, tanto que desde el Partido Republicano le reprochan ser más una estrella de rock, por los innumerables fans que le siguen a todas partes, que un verdadero político.

Sus antiguas amistades también han sido objeto de controversia durante la campaña electoral, además de su juventud y falta de experiencia política. Primero fue el reverendo de la iglesia a la que solía asistir con su familia, luego un presunto terrorista y más tarde un supuesto portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), considerada terrorista en Estados Unidos.

El hecho de que su segundo nombre sea Husein tampoco le ha ayudado y el que se publicara una fotografía suya con un turbante a la cabeza durante una visita a Somalia contribuyó a que se le acusara de ser musulmán, algo que el candidato ha negado por activa y por pasiva.

Así las cosas, hoy se desvelará por fin si las encuestas han acertado y el senador por Illinois se convierte en el sustituto de Bush en la Casa Blanca.
La jornada previa a la cita electoral se caracterizó por una cifra récord de votantes que depositaron su voto de forma adelantada, largas colas en las urnas y temor a fallos en las máquinas de votación dominaron ayer el panorama electoral de EE UU, en víspera de las presidenciales que más interés han despertado en la historia reciente del país.