Los líderes africanos reunidos ayer en Nairobi para impulsar una 'hoja de ruta' que permita solucionar el conflicto en el este de República Democrática del Congo (RDC) hicieron un llamamiento al alto el fuego y se plantearon el envío de fuerzas «de pacificación» si fuera necesario, pero el líder de los rebeldes tutsis, Laurent Nkunda, advirtió de que la cumbre no acabará con su lucha a menos que el presidente congoleño, Joseph Kabila, acceda a negociar directamente con él.
«Debe producirse un alto el fuego inmediato por parte de todos los hombres armados y de la milicia en Kivu Norte», reza la declaración conjunta de los líderes, leído por el ministro keniano de Asuntos Exteriores, Moses Wetangula.
Los dirigentes africanos también pidieron al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que refuerce el mandato de la misión de paz de la ONU en este país africano que cuenta con 17.000 efectivos y recomendaron la creación de un corredor humanitario en la zona de conflicto.
Entre los asistentes a la cumbre figuran el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon; el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel; el presidente de RDC; el de Ruanda, Paul Kagame, así como los dirigentes de Kenia, Uganda, Tanzania, Burundi y Sudáfrica y representantes de la Unión Africana (UA). El secretario general de la ONU alertó en Nairobi de que la crisis de RDC puede devastar la zona de Àfrica donde se ubica este país y les instó a usar su influencia para hacer que Nkunda ponga fin a sus ofensivas.
Por su parte, diez ONG, entre ellas, Human Rights Watch (HRW), ENOUGH y Oxfam Internacional, pidieron que los líderes reunidos en la cumbre tomen medidas inmediatas para proteger a los civiles. También solicitaron a la Unión Europea que envíe refuerzos inmediatos al país, cuyas fuerzas son incapaces de detener los abusos contra los civiles.
Al menos 250.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, unos 100 civiles han muerto y más de 100 han resultado heridos desde que se reanudaron los combates a finales de agosto. El número total de desplazados en Kivu Norte y Sur está ahora en 1'2 millones de personas, la mayoría sin acceso a ayuda humanitaria vital.
Además, las agencias de protección de la infancia informaron que la semana pasada las milicias Mai Mai reclutaron a 37 niños en la ciudad de Rutshuru, mientras que los menores reclutados a la fuerza desde agosto ascienden a 150.
El portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Goma (capital de Kivu Norte), Jaya Murthy, que la situación de los niños es «muy desesperada».
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