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PACO G. PAZ-WASHINGTON

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció ayer, en una medida histórica, que los tipos de interés fluctuarán entre el 0 y el 0,25 por ciento, con lo que agota la posibilidad de recurrir al precio del dinero como vía para reactivar la economía. El anuncio de la Fed superó con mucho las expectativas de los mercados, que esperaban un recorte de medio punto, hasta el 0,50 por ciento, y fue recibido con euforia por Wall Street, que subió hasta el 4,2%.

Con esta decisión EE UU entra en un terreno desconocido en su historia, inmerso en una profunda recesión que, al parecer, será la más duradera desde la II Guerra Mundial, y con las manos atadas para abaratar los créditos e incentivar el consumo. En esta situación, los analistas esperaban que la Fed, de una manera osada, anunciara que se iba a embarcar en un incremento de la base monetaria del país, o lo que es lo mismo, imprimir moneda, un práctica que no se utilizaba como política monetaria desde hacía décadas.

Según 'The New York Times', la autoridad monetaria ha imprimido cerca de un billón de dólares desde septiembre para frenar el deterioro económico, aunque no existe una declaración oficial al respecto. Los expertos esperaban que la Fed utilizara eufemismos para esta medida, como «ampliar el balance» de la entidad, en referencia a incrementar la base monetaria, o también el término anglosajón «quantitative easing», que nació precisamente en Japón, otra potencia mundial que también tuvo que lidiar con tipos de interés del 0 por ciento.

Pero en su lugar, la Fed utilizó un lenguaje más ambiguo, que deja abierta la posibilidad de incrementar la base monetaria o incluso otras medidas más novedosas, como la de emitir su propia deuda, en competencia con el propio Tesoro estadounidense, según consideran algunos expertos. En el comunicado difundido al término de la reunión de ayer, el Comité de Mercado Abierto de la Fed, anuncia que «utilizará todos los instrumentos disponibles para promover la recuperación del crecimiento económico sostenible y preservar la estabilidad de los precios», sin dar detalles de qué medidas extraordinarias va a adoptar.

Los precios no son un problema para la Reserva Federal, dado que en noviembre registraron la mayor caída de los últimos 61 años: -1'7 por ciento.

El histórico recorte de los tipos de interés motivó fuertes subidas en la recta final de la sesión en la Bolsa de Nueva York y propició que el Dow Jones cerrara con un avance del 4,2%, el mayor del mes. Aunque Wall Street ya anticipaba una bajada de tipos -lo que le permitió abrir en positivo-, la magnitud del recorte ayudó a que ese índice, el principal de la Bolsa de Nueva York, avanzara durante toda la sesión 359,61 puntos y acabara en 8.924,14 unidades.