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OTR/PRESS-WASHINGTON Con el capitolio vestido de gala, millones de personas arroparon al nuevo presidente estadounidense Barack Obama durante su toma de posesión en Washington. A pesar del frío que reinaba en la capital de los Estados Unidos, la multitud, llegada desde todas las partes del mundo, esperó desde la madrugada a que comenzara el histórico evento.

Además, se sumaban las decenas de miles de agentes que se desplegaron por toda la ciudad, por tierra, mar y aire, encargados de proteger a todos los asistentes de las posibles amenazas existentes. Mientras tanto, artistas de la talla de Aretha Franklin levantaron la moral de los asistentes, incluyendo a los ex presidentes vivos y a los integrantes de la Administración Bush.

«He estado pensando que es realmente hermoso», dijo un asistente anónimo, que recorrió casi 30 kilómetros en bicicleta para asistir al acto. Otro padre estuvo 9 horas en coche junto con su familia durante la madrugada para llegar a las 7 de la mañana a Washington desde Atlanta. «Queremos ver pasar la comitiva», aseguraba. Pero también había gente de Oregón o California que había cruzado el país para ver a Obama convertirse oficialmente en el 44 presidente de la historia de Estados Unidos. Y desde Canadá, Inglaterra... La expectación era máxima, y la asistencia multitudinaria así lo confirmó, a pesar del frío, y de que muchos estuvieron desde la madrugada guardando sitio.

A los aproximadamente dos millones de asistentes hay que sumar las decenas de miles de agentes que se encargaron de la seguridad. En concreto, 10.000 miembros de la guardia nacional, mil agentes del FBI, y varios centenares de representantes del Departamento de Seguridad Nacional, del servicio de Parques Nacionales y de la Policía del Capitolio estaban repartidos por toda la ciudad, según informó el secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, en declaraciones a la CNN. Y por si fuera poco, otros 20.000 miembros de la Guardia Nacional estaban preparados para actuar en caso de emergencia.

Otros servicios de emergencia que estaban a pleno funcionamiento fue el de los bomberos, que además se vio desbordado por un atropello en el metro, que colapsó las vías que ya de por sí estaban repletas.

Al inicio de los actos en el Capitolio, los diversos invitados iban tomando asiento ante la estatua de Abraham Lincoln, y Obama y el ya ex presidente George Bush abandonaban la Casa Blanca acompañados de sus familias y miembros de su equipo, se llevaban a cabo las actuaciones de la banda musical de los marines y del coro de niños y niñas de San Francisco. Cuando todos los asistentes estuvieron en sus puestos, incluyendo a todos los ex presidentes vivos, los integrantes de la Administración Bush y los miembros del nuevo Gobierno, Aretha Franklin hizo una emotiva interpretación de My Country 'Tis of Thee.