Hillary Clinton (i) charla con el presidente chino, Hu Hintao (d), durante su encuentro en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, China. g Foto: OLIVER WEIKEN/REUTERS

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MARGA ZAMBRANA-PEKÍN
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, centró sus reuniones de ayer con los líderes chinos en retos comunes como la crisis financiera y el calentamiento global, en detrimento del contencioso abierto contra Pekín por sus violaciones de derechos humanos. En su encuentro con el presidente chino, Hu Jintao, Clinton proclamó el inicio de «una nueva era» en las relaciones bilaterales con China, mientras que Hu recalcó la importancia de que Asia, y China en particular, hayan sido el primer destino de la secretaria desde que asumió su cargo, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.

Clinton, conocida en China como la «secretaria Hillary» y que durante su gira asiática ha roto la rigidez protocolaria de su cargo, mantuvo un intercambio de proverbios chinos con el primer ministro, Wen Jiabao, sobre cómo afrontar la crisis juntos. «Hay que cavar un pozo antes de que llegue la sed», señaló Clinton al primer ministro.

A lo que Wen respondió: «En un momento en el que el mundo afronta el nefasto impacto de la crisis financiera, aprecio en gran medida el proverbio chino que usted mencionó».

La frase es un extracto de «El arte de la guerra», un tratado militar escrito por el estratega Sun Tzu en el siglo V a.C. En una rueda de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores, Yang Jiechi, Clinton agradeció a China su compra de bonos del Tesoro de EEUU, de los que el país asiático es el principal tenedor por delante de Japón, una compra imprescindible para apoyar el paquete de estímulo financiero de Washington.

Y expresó su esperanza en que la primera y la tercera potencias económicas lideren «la recuperación mundial» frente a la crisis. Los bonos estadounidenses en manos de Pekín alcanzaron los 696.200 millones de dólares en diciembre (542.000 millones de euros), 118.000 millones por delante de Tokio, por lo que Washington necesita asegurarse de que China, poseedora de la mayor reserva de divisas del mundo, no se va a deshacer de ellos.