Barack Obama, durante la rueda de prensa que ofreció tras presentar el plan un plan de ayudas a pequeñas y medianas empresas. Foto: EFE

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EFE-WASHINGTON

El presidente de Estados Unios, Barack Obama, presentó ayer un plan, dotado con 730 millones de dólares, para facilitar el crédito a las pequeñas empresas, un factor que considera clave para la recuperación económica.

En un acto en el Salón Este de la Casa Blanca, Obama, que compareció junto con su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, afirmó que «las pequeñas empresas son el corazón de la economía estadounidense» y han creado el 70 por ciento de los empleos en los últimos diez años.

Pero muchas de ellas padecen problemas, aunque den beneficios, porque los bancos están cancelando las líneas de crédito con que contaban para hacer frente a sus pagos.

Por lo tanto, aseguró el presidente estadounidense, no se podrá superar la crisis «en tanto que no destrabemos el flujo crediticio» hacia estas empresas.

El plan anunciado ayer por Obama y Geithner exige a los 21 principales bancos que reciben ayudas del Estado que emitan un informe mensual sobre los préstamos que conceden a las pequeñas empresas. Las entidades financieras de menor tamaño que reciban asimismo ayuda federal también deberán emitir un informe sobre el crédito a las pequeñas empresas, aunque en su caso la periodicidad será trimestral.

El malestar se ha acrecentado después de que este fin de semana se conociera que la aseguradora AIG, que el año pasado requirió una inyección de 170.000 millones de dólares de fondos federales para evitar la ruina, pagó a sus directivos 165 millones de dólares en bonificaciones.

El presidente estadounidense aludió ayer a esta situación en su discurso y calificó esas primas de «indignantes».

Obama aseguró que su Gobierno «explorará todas las vías legales» para evitar el desembolso de esas pagas extra que, a su juicio, «subrayan la necesidad de una reforma exhaustiva del sistema regulador financiero».