Miles de manifestantes y efectivos del Ejército se enfrentaron durante todo el día de ayer en las calles de la capital tailandesa, con un saldo de un muerto y unos cien heridos. Foto: EFE

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EFE-BANGKOK

Dos personas resultaron muertas y más de un centenar heridas al cargar ayer el Ejército tailandés contra los manifestantes antigubernamentales en varios lugares de Bangkok, donde desde el domingo rige el estado de excepción al igual que en cinco provincias aledañas.

La muerte de uno de los civiles, de 50 años de edad, se produjo cuando varios manifestantes dispararon con pistolas contra vecinos del barrio de Nang Lergn, próximo a la sede del Gobierno, que criticaban sus acciones, indicó el ministro adjunto a la jefatura del Gobierno, Sathit Wongnongtoey, al Canal 11 de televisión

A lo largo del día, los soldados abrieron fuego en repetidas ocasiones para disolver a los grupos de manifestantes que reaparecían en varias zonas de la capital tailandesa, alentados por la última consigna del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, su líder y quien la noche anterior, desde el exilio, llamó a los suyos a hacer la revolución.

El Gobierno anunció que ha adoptado medidas destinadas a asegurar el control de puertos y aeropuertos, para impedir la repetición de hechos como los ocurridos a finales del pasado año, cuando miles de detractores de Shinawatra ocuparon las dos terminales aeroportuarias de Bangkok durante una semana.

«El Comando de Operaciones de Emergencia utilizará todos los medios disponibles para restablecer rápidamente el orden y reabrir el tráfico para que la población pueda volver a su vida normal», dijo el jefe de las Fuerzas Armadas, Songkitti Jaggabatara, tras mantener una reunión urgente con los altos mandos castrenses y policiales.

«Las tropas y la Policía han conseguido limpiar de manifestantes muchas áreas de la ciudad», dijo a los periodistas el portavoz del Gobierno, Panithan Wattayanakorn.

En un enfrentamiento ocurrido en el cruce de Din Daeng, en la parte nueva de la urbe, los «camisetas rojas», llamados así por el color de las prendas que visten, arrojaron cocteles molotov contra los militares cuando éstos efectuaron disparos y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a la muchedumbre.

Al menos dos autobuses del servicio metropolitano ardieron tras ser incendiados durante las protestas y muchos más fueron empleados por los manifestantes para bloquear las calles, transportar a sus correligionarios de un punto a otro de la metrópoli o estrellarlos contra las formaciones de soldados.

Entretanto, unos 10.000 partidarios de Shinawatra, depuesto en el golpe de Estado perpetrado por los militares en 2006, seguían atrincherados tras neumáticos y vallas metálicas en varias calles próximas a la sede gubernamental y atacaban con bombas incendiarias el cuartel general del Ejército.