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EFE-REDACCIÓN INTERNACIONAL El discurso del presidente norteamericano, Barack Obama, dirigido desde El Cairo al mundo islámico, fue bien acogido entre la mayor parte los musulmanes, con algunas reticencias por parte de algunos grupos radicales y de los sectores judíos extremistas. Obama saludó al mundo árabe en su propio idioma: «Salam u Aleikum» (La paz sea con vosotros) e hizo hincapié en que hay muchas más cosas en común que diferencias entre el Cristianismo y el Islam.

Obama recordó que él es cristiano, pero hijo de padre musulmán, y citó textualmente un versículo del Corán: «Sé consciente de Dios y habla siempre con la verdad».

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) se mostró satisfecha: «Damos la bienvenida al discurso y a su apoyo a los palestinos.
«Equilibrado y positivo»
Creemos que Obama ha tratado de definir las relaciones entre Occidente y el Mundo Arabe», declaró el asesor presidencial y jefe negociador palestino, Saeb Erekat. La Liga Arabe calificó el discurso de «equilibrado y positivo».

El grupo palestino islamista Hamás reaccionó también favorablemente: «Es un discurso lleno de cortesía y de diplomacia suave, diferente al de anteriores presidentes de EEUU».

Por su parte, Israel dijo en un escueto comunicado que espera que el «importante» discurso «lleve a una nueva era de reconciliación» entre el Estado judío y «el mundo árabe y musulmán», mientras que el líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Ali Jameneí, aseguró que los Estados Unidos deben dar «pasos prácticos».

En el polo opuesto, a quienes ha gustado menos el discurso de Obama es a los colonos judíos, quienes acusaron a Obama de dar «prioridad a las mentiras árabes frente a la verdad judía».