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El llamado Cuarteto de Sauerland, una célula islamista desarticulada en 2007 y liderada por un alemán converso al Islam, planeó perpetrar un nuevo 11-S en Alemania, con atentados en tres discotecas frecuentadas por soldados estadounidenses, la base militar de Ramstein y un aeropuerto.

El grupo había recibido órdenes de perpetrar ataques de proporciones similares a los atentados del 11-S de 2001 en Estados Unidos, durante el entrenamiento realizado en un campamento paquistaní de Al Qaeda en Waziristán, declaró ayer ante la Audiencia de Düsseldorf (oeste de Alemania) el germano-turco Adem Yilmaz, presunto miembro del cuarteto.

Además de las tres discotecas, se habían planteado como objetivos la base de EEUU en Ramstein, la mayor de Europa, o el aeropuerto de Fráncfort, así como la Embajada de Uzbekistán.

De acuerdo con la versión de Yilmaz, las órdenes provenían directamente de la cúpula de la «Unión para la Yihad Islámica» (IJU), a la que los miembros de ese Cuarteto han confesado pertenecer.

Yilmaz repitió que el objetivo era lograr el máximo número de muertos posibles, con un mínimo de un centenar, y que el éxito o fracaso de la operación se mediría en función del balance de víctimas.

El presunto miembro del Cuarteto prosiguió así con la larga confesión iniciada unas semanas atrás por el alemán converso al Islam Fritz Gelowicz, de 29 años, quien admitió ser el líder de la célula.

Los cuatro miembros del grupo se conocieron en el campamento de Waziristán, donde pasaron dos meses, tras lo cual regresaron a Alemania.
El cuarteto fue desmantelado el 4 de septiembre de 2007, después de meses bajo observación por agentes del Departamento de Investigaciones de lo Criminal (BKA) y ante la evidencia de que se preparaban para actuar.

En el momento de ser desarticulado, el grupo tenía almacenado en una residencia de vacaciones de la región del Sauerland 730 kilos de material explosivo repartido en bidones y veintiséis detonadores.