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OTR/PRESS-PARÍS-MADRID La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha mejorado sus previsiones económicas para España aunque cree que su recuperación será la más débil del conocido como 'club' de los países más desarrollados del planeta. En concreto, la institución cree que la caída de la economía en 2009 será del 3'6% y del 0'3% en 2010, con lo que sus previsiones se alinean así con las del Gobierno.

La organización también pronostica que la tasa de paro en España cerrará en el 18'1% este año para aumentar hasta el 19'3% el próximo. La organización recomienda postergar hasta 2011 el planeado ajuste fiscal para afirmar la recuperación económica española.

Malos presagios
Los tres grandes organismos internacionales que elaboran previsiones sobre las principales economías del mundo coinciden: la recuperación española será más lenta y penosa que la del resto del mundo. A los malos presagios del Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea se sumó ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El organismo que dirige Angel Gurría prevé que la economía española sea una de las pocas economías desarrolladas (la única entre las grandes) cuyo producto interior bruto (PIB) retroceda en 2010, con una caída del 0'3%. Además, en 2011 será la que menos crezca.

De este modo, España es, junto a Grecia (-0'7%), Irlanda (-2'3%), Islandia (-2'1%) y Hungría (-1%), una de las pocas economías que aún registrará tasas negativas de crecimiento en 2010, mientras que será la que menor vigor en el crecimiento del PIB experimente en 2011, seguida del aumento del 1% previsto para Irlanda y del crecimiento del 1'5% estimado para Italia y Portugal.

Empleo
En lo referido a la evolución del empleo, la institución pronostica que la tasa de paro en España cerrará 2009 en el 18'1% y aumentará hasta el 19'3% el próximo año, para registrar una moderada recuperación en 2011, para cuando augura una tasa del 19%. No obstante advierte de que el empleo podría verse negativamente afectado en el caso de que la recuperación del comercio internacional sea más débil de lo previsto.

Además, la OCDE mejora sus perspectivas sobre la actividad de sus países miembros, al calor del empuje de las grandes economías emergentes, en particular de China, y confirma un mayor dinamismo de Estados Unidos que de la zona euro o de Japón.