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EUROPA PRESS-BRUSELAS

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 eligieron ayer de manera unánime como imagen de la Unión Europea en el mundo a dos políticos de bajo perfil, poco conocidos y con escasa experiencia diplomática. El primer ministro belga, Herman Van Rompuy, un democristiano de 62 años, será el primer presidente permanente del Consejo Europeo. Y la baronesa británica Catherine Ashton, una laborista de 53 que en la actualidad es comisaria de Comercio, sustituirá a Javier Solana al frente de la diplomacia europea y será vicepresidenta de la Comisión. Su elección es también una respuesta a las críticas por la escasa presencia de mujeres en altos cargos en la UE.

Con estos nombramientos, los líderes europeos renunciaron a la posibilidad de dotarse de representantes de peso internacional, capaces de «detener el tráfico» en los países a los que viajen, como pedía el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband. Esta opción estaba representada por la candidatura del ex primer ministro británico, Tony Blair, defendida por Reino Unido. Pero no prosperó por la reticencia de los mandatarios europeos a verse eclipsados por una figura protagonista, y también por el rechazo que generaba la propia figura de Blair, sobre todo por su papel protagonista en la guerra de Irak.

Finalmente, fue la renuncia de Reino Unido a colocar a Blair la que permitió encauzar las negociaciones, que se habían empantanado en los últimos días, y desbloquear rápidamente el acuerdo. A cambio, el primer ministro británico, Gordon Brown, logró para su país el cargo de Alto Representante de la Política Exterior, dejando fuera de la carrera a nombres como el ex primer ministro italiano Massimo D'Alema o el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos.