TW
0
DANIELA BRIK-JERUSALÉN El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció ayer una moratoria de diez meses en la construcción en las colonias judías de Cisjordania, una medida que no satisface las exigencias palestinas.

«Espero que esta decisión ayude a lanzar negociaciones significativas para alcanzar un acuerdo de paz histórico que ponga fin al conflicto entre Israel y los palestinos», afirmó.

El anuncio se produce después de que el gabinete de seguridad aprobara casi por unanimidad la moratoria, que sin embargo, no incluye Jerusalén Este ni la suspensión de la construcción de edificios públicos.

Netanyahu ha tratado de colocar la pelota en el tejado de los palestinos y el mundo árabe al afirmar: «Nos han dicho varios de nuestros amigos que una vez que Israel adopte el primer paso importante hacia la paz, los palestinos y los estados árabes responderán».

Los palestinos exigen a Israel que suspenda completamente la edificación en Cisjordania y Jerusalén Este para retomar el diálogo, paralizado desde principios de año. Pero, sobre Jerusalén, Netanyahu no dejó lugar a dudas: «Mi posición es clara: no habrá límites en la construcción en nuestra capital».

La moratoria no incluye la parte oriental de la ciudad, donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro Estado, que es considerada por Israel un asunto diferenciado y fundamental del conflicto, a tratar en las conversaciones para el estatuto definitivo de paz.

La decisión aprobada no es una iniciativa nueva. De hecho, EEUU había pedido a Israel una moratoria de 24 meses en la construcción en las colonias, que incluyera también Jerusalén Este.

El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Salam Fayad, dijo ayer que la paralización en las colonias es inaceptable en tanto que no incluya a Jerusalén. «¿Qué es lo que ha cambiado para que algo que no era aceptable hace una semana lo sea ahora? La exclusión de Jerusalén supone un serio problema para nosotros», declaró.