El papa Benedicto XVI encabeza la misa del domingo de ramos en la plaza de San Pedro en el Vaticano. | Danilo Schiavella

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El Papa Benedicto XVI aseguró ayer que no se verá intimidado por las «mezquinas habladurías» de la «opinión dominante» gracias a su fe en Dios, durante la misa de Domingo de Ramos y tras los diversos casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos.
Así, el Pontífice de 82 años presidió esta Liturgia que marca el inicio de los actos de Semana Santa, en la que evitó referirse directamente a los casos de pederastia relacionados con la Iglesia.
En este sentido, explicó que el hombre en ocasiones «cae en lo más bajo, a niveles vulgares» y «se sume en el pantano del pecado y la falta de honradez». Sin embargo, recordó que «Cristo conduce a ayudar a los que sufren, a los abandonados hacia la fidelidad, aun cuando la situación se vuelve difícil», pero matizó que «no se pueden alcanzar grandes resultados sin grandes renuncias y duro ejercicio».
«Ayudar a la juventud»
Durante la celebración, el Santo Padre leyó también una plegaria en la que pidió a Dios que ayude «a la juventud y a aquellos que trabajan para educarlos y protegerlos», lo que en opinión de 'Radio Vaticano', pretendía «resumir los sentimientos de la Iglesia en este difícil momento».
En esta ocasión y por primera vez en sus casi cinco años de Pontificado, Benedicto XVI empleó el 'Papamóvil' descubierto en la procesión de las Palmas del Domingo de Ramos, que se celebró ante miles de fieles y peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano. En años anteriores, el Pontífice, que el próximo 16 de abril cumplirá 83 años, realizó el recorrido a pie desde el obelisco central de la plaza hasta el altar mayor.
Tras la Eucaristía del Domingo de Ramos, presidió el rezo dominical del Angelus, en el que alentó a los jóvenes a dar sólido testimonio de Cristo, coincidiendo con la celebración del 25 aniversario de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), instauradas por Juan Pablo II en 1985.