El principal colectivo gay de Italia, Arcigay, denunció ayer «el cinismo, la falta de escrúpulos y la crueldad» de la jerarquía del Vaticano al vincular la homosexualidad con la pederastia cuando ha tapado delitos sexuales perpetrados por parte de religiosos sobre menores.
En un comunicado de prensa divulgado este martes, Arcigay sale al paso de las polémicas declaraciones que el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, hizo el pasado lunes desde Chile, en las que descartaba una relación entre el celibato y la pederastia, delito que relacionaba más bien con la homosexualidad. «Han demostrado muchos psicólogos, muchos psiquiatras, que no hay relación entre celibato y pederastia, pero muchos otros han demostrado, y me han dicho recientemente, que hay relación entre homosexualidad y pederastia», sostuvo Bertone.
«Ecuación innoble»
Estas palabras incendiaron ayer los ánimos del principal colectivo homosexual italiano, que utilizó el mismo término de «innoble» con el que la Santa Sede denunció una supuesta «campaña» orquestada con los escándalos de pederastia para atacar al papa Benedicto XVI.
«La ecuación homosexualidad-pederastia, falsa, innoble y acientífica, es una afirmación deshonesta que golpea la vida y la dignidad de millones de personas gays y lesbianas», afirma en la nota el presidente de Arcigay, Paolo Patane.
El presidente del colectivo homosexual afirma además que «de esos cuerpos brutalmente violados, de esa infancia y de esas vidas destruidas, la Iglesia tiene la plena y vergonzosa responsabilidad, y no será intentando desviar la atención de sus estridentes contradicciones y de sus complicidades internas que pueda librarse de un juicio severísimo por delitos sexuales denunciados en todo el mundo contra los curas pederastas».
El Vaticano genera una nueva polémica al vincular la pederastia a la homosexualidad
El colectivo gay italiano denuncia «el cinismo, la falta de escrúpulos y la crueldad» de la jerarquía eclesial
14/04/10 0:00
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La homosexualidad es tan antigua como Grecia o Roma. Los guerreros adiestraban a los mancebos en el arte de la guerra y las contraprestaciones eran las felaciones y otros actos sexuales que practicaban según reflejan las crónicas. Lo mismo hacía Platón y otros filósofos que se cobraban sus lecciones magistrales con servicios sexuales prestados por los efebos. Por lo tanto, eminencia, no confunda el culo con las témporas. La pedofilia, el abuso de menores, es una aberración castigada duramente por la ley. En España, a partir de los 13 años cumplidos, los menores pueden practicar sexo consentido con adultos, si no media alcohol, droga, obsequios u otros servicios espúreos.
Lo contradictorio de las declaraciones de los representantes de esta institución, es que les resulte más preocupante demostrar que tanto la pedofilia como la homosexualidad no están en sus filas de ministros y sin embargo nada les preocupe presentarse ante el mundo como una organización política (recordemos que el Vaticano es un estado y su máximo representante el presidente) y que a base de establecer jerarquías que ha estado pisoteando durante siglos los más elementales preceptos de humildad y sencillez que desprendió el cristianismo de Jesús de Nazareth. Esa preocupación pública hace sospechar que detrás de toda esta fachada de auto-defensa sexual y amoral, para la cúpula vaticana existe algo más importante que el debate público sobre este tema, y es mantener el estatus jerárquico impuesto desde hace siglos frente a la verdadera existencia de la iglesia o sinagoga pobre del carpintero de Nazareth que nunca la necesitó y que va cobrando fuerza entre la población mundial. Los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre en Mallorca esperamos que la jerarquía eclesiástica acabe esta comedia y declare públicamente su total desvinculación del cristianismo y reconozca su equivocación devolviendo a los pobres del planeta lo que robo hace muchos siglos, la dignidad de ser cristianos, de Cristo claro y no de religiones solo preocupadas por su sexualidad.