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La ONU pidió ayer a Israel que proporcione «explicaciones completas» y abra una investigación sobre el asalto a la llamada 'Flota de la Libertad', llevado a cabo por comandos de elite israelíes frente a las costas de Gaza, y en el que han muerto entre 9 y 20 personas, según las fuentes. «Subrayamos la importancia de que se produzca una investigación completa sobre lo ocurrido», señaló el subsecretario general de la ONU de Asuntos Políticos, el diplomático argentino Oscar Fernández-Taranco, en su intervención ante el Consejo de Seguridad.
Agregó que «es imperativo que Israel proporcione acceso a los detenidos (tras la operación) de acuerdo con los estándares legales internacionales» y añadió que la ONU pedía «a todas las partes que observen la ley internacional, incluida la ley humanitaria y la del mar».
Protestas
La comunidad internacional reaccionó ayer al máximo nivel ante el asalto israelí contra la llamada «Flota de la libertad». La Casa Blanca, principal aliado y valedor de Israel, se declaró «preocupada» por el ataque israelí, aunque rehusó condenarlo, si bien lo calificó de «incidente» y «tragedia». Lo cierto es que la acción aborta la iniciativa de paz del presidente Barack Obama.
Egipto y Jordania, los dos únicos países árabes que mantienen relaciones diplomáticas con Israel, convocaron a los embajadores israelíes en El Cairo y Ammán para comunicarles su protesta. En Turquía, de donde procedían los barcos, las protestas fueron multitudinarias y el Gobierno condenó con términos muy enérgicos el ataque de Israel.
La Unión Europea condenó este lunes «el uso de la violencia que ha provocado un alto número de víctimas mortales» entre los miembros de la flotilla que pretendía llegar a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria, pidió la apertura «inmediata» de una investigación «completa e imparcial» de los hechos y exigió a Israel «información» sobre los ciudadanos europeos que viajan a bordo de la embarcación atacada.
Además, pidió a las partes implicadas en el conflicto de Oriente Próximo que eviten «nuevas escaladas de tensión», subrayando la necesidad de seguir adelante con el diálogo iniciado para retomar las negociaciones directas entre israelíes y palestinos. Por su parte, el Vaticano expresó «gran preocupación» y «dolor» por «la inútil pérdida de vidas humanas», según su portavoz, Federico Lombardi.