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El ministro sin cartera para la Ejecución del Federalismo de Italia, Aldo Brancher, anunció hoy su dimisión, poco más de dos semanas después de que el jefe del Ejecutivo, Silvio Berlusconi, lo nombrara para el cargo.

Brancher, quien fue nombrado ministro el pasado 18 de junio, se había visto envuelto en un escándalo al solicitar acogerse a la «ley del legítimo impedimento» para no acudir a un proceso judicial en Milán en el que está imputado por blanqueo de dinero y apropiación indebida.

El anuncio de la dimisión, recogido por los medios italianos, lo realizó el propio ministro en una sala del Tribunal de Milán, al que acudió hoy para una vista del proceso en el que está imputado y en el que expresó además su renuncia al «legítimo impedimento», norma que permite a los miembros del Ejecutivo ausentarse los juicios por compromisos relacionados con su cargo.

«Comunico en esta sede mi decisión irrevocable de dimitir del cargo de ministro», dijo Brancher, que hasta el pasado 18 de junio era subsecretario para las Reformas y quien este lunes aseguró que su solicitud de ausentarse del tribunal «había sido indebidamente instrumentalizada».

El hasta ahora ministro de la Ejecución para el Federalismo justificó como una cuestión de «respeto» a su familia el hecho de que se presentara finalmente ante la Corte milanesa a declarar y solicitó la vía rápida para el juicio, en el que también está imputada su mujer.

El hecho de que el recién nombrado ministro se hubiera acogido a la «ley del legítimo impedimento» tras acceder al cargo generó multitud de críticas entre los opositores Partido Demócrata (PD) e Italia de los Valores (IDV), que habían planteado una moción de censura contra Brancher para este jueves.

Los medios de comunicación italianos especulaban en los últimos días con la posibilidad de que el ministro dimitiera antes de tener que afrontar la moción de censura, en un momento en el que su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), vive una creciente tensión entre dos facciones enfrentadas, la de Berlusconi y la del presidente de la Cámara de los Diputados, Gianfranco Fini.

Brancher está imputado por una serie de sumas de dinero de cerca de un millón de euros recibidas supuestamente de parte del ex presidente de Banca Popolare di Italia (BPI) Giampiero Fiorani para acceder esta entidad financiera de modo ilícito al control mayoritario accionarial del banco Antonveneta.

Tras conocerse la noticia, el jefe del PD en la Cámara de los Diputados, Dario Franceschini, aseguró, en declaraciones que recogen los medios italianos, que la dimisión del ministro es una «victoria de la oposición».