Comercios japoneses en Tokio, donde la economía se resiste a salir del frenazo en el que se encuentra. | Reuters - YURIKO NAKAO

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La economía japonesa registró en el segundo trimestre del año un crecimiento del 0,4% respecto al mismo periodo de 2009 y de apenas una décima respecto a los tres meses anteriores, lo que elevó el PIB nipón a 1,28 millones de dólares, mientras que la economía china alcanzó un valor de 1,33 billones de dólares, según señaló el Gobierno japonés.

En contraste con el ralentizamiento de la economía japonesa, lastrada por la incertidumbre internacional y el repunte del yen, el PIB de China registró una expansión anual del 10,3% entre abril y junio. El Fondo Monetario Internacional augura que la economía china alcanzará a finales de año los 5,4 billones de dólares, frente a los 5,3 billones de dólares previstos para el PIB de Japón. No obstante, a pesar del ritmo de crecimiento de China, el primer puesto ocupado por los Estados Unidos aún parece lejano, puesto que las previsiones del FMI contemplan que el PIB estadounidense puede alcanzar los 14,8 billones de dólares.

Enorme deuda pública

Japón se debate entre medidas de estímulo económico, una monumental deuda pública equivalente al 200 por ciento del PIB y una previsión de crecimiento inferior al 3 por ciento para este año. El imperio nipón, que salió de la recesión hace justo un año, registró además un crecimiento más moderado que la economía estadounidense, que en abril-junio avanzó un 2,4% a ritmo anual, y que la alemana, que se expandió un 2,2%.

Japón ha perdido empuje debido a que el consumo privado, responsable del 60% del PIB, apenas creció en abril-junio, mientras los gastos de capital, que miden las inversiones empresariales, avanzaron sólo un 0,5%, el peor resultado en tres trimestres.

Para el resto del año, Japón tendrá que enfrentarse a la persistente fortaleza del yen, cercano a su máximo en quince años y que perjudica a la recuperación de la potente industria exportadora nipona. Japón también lucha contra la persistente deflación, que atenaza el crecimiento y lo hace depender en gran parte de la demanda externa.

Japón es la segunda economía mundial desde hace cuatro décadas, a lo que ayudó en los años 80 el llamado «milagro económico» nipón que disparó su poder industrial y exportador.