Un trabajador de los servicios de emergencias vadea una zona inundada por el lodo tóxico en la localidad de Kolontar. | BERNADETT SZABO

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El vertido tóxico de lodo rojo procedente de una planta de aluminio en el oeste de Hungría ha llegado ya al río Danubio, por lo que los equipos de emergencia están trabajando para intentar diluirlo con el fin de proteger el mayor cauce fluvial de Europa y evitar una mayor catástrofe medioambiental.
Según el portavoz de los equipos de emergencia, Tibor Dobson, por el momento no hay datos de peces muertos en los río Raba y Mosoni-Danubio afectados previamente por el vertido, pero reconoció que en el primer río afectado, el Marcal, han muerto todos los peces.
El personal está trabajando para reducir la alcalinidad del vertido, que partió de una balsa de contención de una planta de aluminio el lunes y arrasó varias localidades, dejando cuatro muertos y más de 150 heridos. Además, todavía hay tres desaparecidos.
Àcido y yeso
«Hemos tratado de recudir los niveles de alcalinidad en varios puntos del río Marcal con ácido y yeso, pero todo ha sido en vano», precisó Dobson, según recoge la BBC.
La alcalinidad del vertido cuando llegó a los río Raba y Mosoni-Danubio era todavía de un pH 9, por encima del nivel normal e inofensivo.
El director del grupo ecologista WWF en Hungría, Gabor Figeczky, señaló que el impacto en el Marcal es peor de lo que se preveía y se esperaba que la alcalinidad disminuyera una vez que llegara al Raba, un río mayor, pero todavía era de entre pH 9 y 10.
Según explicó, dado que el Danubio es un río mucho mayor, la alcalinidad debería diluirse y que los niveles de pH debería estar entre 7 y 8, aunque lo ideal sería en torno a 7. «En base a nuestras estimaciones actuales, (la contaminación) se mantendrá contenida en Hungría, y también confiamos en que llegue a Budapest con unos niveles de pH aceptables», agregó.
El curso del Danubio, a partir de donde se ha producido el contacto con el lodo tóxico rojo, fluye recorriendo Croacia, Serbia, Bulgaria, Rumanía, Moldavia y Ucrania antes de desembocar en el mar Negro.
El Gobierno húngaro declaró el martes el estado de emergencia en tres condados del país tras el vertido, que afectó principalmente a las localidades de Kolontar y Devecser, a unos 160 kilómetros de Budapest.