Tras más de una semana en la cárcel, Assange fue puesto hoy en libertad vigilada tras pagar la fianza de 200.000 libras (326.000 euros) en metálico que le había sido impuesta, y después de que el Tribunal Superior de Londres desestimara un recurso de las autoridades suecas contra su liberación.
En una breve comparecencia a las puertas de ese tribunal, el experto informático se declaró encantado de «volver a respirar el aire de Londres».
«Espero continuar con mi trabajo y seguir defendiendo mi inocencia», afirmó el fundador de WikiLeaks, de 39 años, quien dijo no haber visto todavía las pruebas que las autoridades suecas tienen en su contra.
Assange agradeció el apoyo «a todas las personas en el mundo» que han «respaldado» a su equipo mientras él estaba detenido, a sus representantes legales y a las personalidades que han avalado su fianza «en momentos difíciles», como el cineasta Ken Loach y el realizador estadounidense Michael Moore, entre otros.
Vestido con traje oscuro y camisa blanca, Assange contó que, durante el tiempo pasado en una celda de aislamiento en la prisión londinense de Wandsworth, había tenido tiempo de reflexionar sobre otras personas en el mundo en situación parecida, y pidió a los ciudadanos que centraran su atención y sus esfuerzos en ayudarles.
El Tribunal Superior de Londres desestimó hoy un recurso de Suecia contra su liberación bajo fianza al considerar que no había riesgo de fuga del sospechoso, quien había dado muestras de no ser «una persona que quiere evadir la justicia» al informar a las autoridades de su paradero cuando llegó al Reino Unido.
Las autoridades suecas querían que se revocara una decisión anterior de la Corte de Magistrados de Westminster, encargada del proceso de extradición, que el pasado martes le había concedido la libertad condicional previo pago de una fianza de un total de 240.000 libras (unos 282.720 euros), de las que 200.000 debían depositarse en efectivo ante el tribunal.
El juez Howard Liddle de esa corte le impuso además varias condiciones, como llevar un brazalete electrónico de control, cumplir un toque de queda, comparecer diariamente en comisaría, entregar su pasaporte a la Policía y residir en la vivienda que le ha cedido un amigo periodista en Suffolk (este de Inglaterra), adonde Assange supuestamente se trasladó hoy mismo.
Tras conocerse el dictamen del Superior y antes de abandonar la cárcel, el abogado de Assange, Mark Stephens, se mostró «encantado» y precisó que, antes de que su cliente pudiera salir en libertad, había que ultimar los trámites para depositar la fianza exigida, lo que llevó varias horas.
Por su parte, la madre del detenido, Christine Assange, expresó su alegría por la inminente liberación de su hijo y dijo que lo primero que quería hacer al verle era «abrazarle».
La decisión de dejar libre al fundador de WikiLeaks fue recibida con júbilo por decenas de simpatizantes congregados a las puertas del alto tribunal londinense. «Sacar a la luz crímenes de guerra no es un crimen», gritaban.
Assange, de 39 años, fue detenido en Londres el pasado 7 de diciembre a petición de Suecia, país que le reclama en relación con dos presuntos delitos de agresión sexual, cargos que él niega y a los que atribuye motivación política.
Aunque la Fiscalía sueca niega que esos cargos tengan que ver con las revelaciones de WikiLeaks, los abogados y simpatizantes de Assange creen que hay una conspiración para, eventualmente, entregarle a Estados Unidos, donde algunos políticos han pedido hasta su ejecución.
Assange deberá permanecer ahora en su nuevo domicilio de Suffolk y respetar las condiciones de su libertad provisional hasta la próxima vista de su proceso de extradición, programada para el 11 de enero.
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