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La Organización Meteorológica Mundial (WMO) advirtió este martes de que el viento está dispersando, tanto en Japón como hacia otros países asiáticos, las partículas radiactivas procedentes de las centrales nucleares japonesas afectadas por el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo.

Asimismo, la agencia de la ONU precisó que, aunque los efectos se han registrado de momento solo en alta mar, las condiciones meteorológicas podrían cambiar, por lo que es necesario vigilar estrechamente la situación a través de los satélites y de otras fuentes de información.

«En este punto, todas las condiciones meteorológicas se están produciendo en alta mar, por lo que no tienen implicaciones para Japón ni para otros países próximos», declaró la responsable de la unidad de reducción de riesgos por desastres de la WMO, Maryam Golnaraghi, durante un encuentro con la prensa en Ginebra.

Explosión

Las autoridades de Japón advirtieron hoy de un posible aumento de la radiación tras un incendio y una explosión en la central nuclear de Fukushima, en torno a la cual se ha declarado una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros.

El país, conmocionado aún por el devastador seísmo del día 11, amaneció con la noticia de una nueva explosión en la planta nuclear de Fukushima por acumulación de hidrógeno en el edificio del reactor número 2, tal y como ya había ocurrido con los reactores 1 y 3.

El estallido tuvo lugar a las 06.10 hora local (21.10 GMT del lunes), poco después de que el Gobierno admitiera que ese reactor continuaba inestable.

Tras la explosión, los niveles de radiación superaron el límite legal hasta llegar durante un instante a los 8.127 microsievert, ocho veces por encima del tope recomendado para la salud, según la agencia local Kyodo.

Apenas tres horas después, un incendio causado a su vez por combustión de hidrógeno afectó al edificio que alberga el reactor 4 de la planta de Fukushima, inactivo desde antes que ocurriera el devastador seísmo de 9 grados Richter.

En la planta nuclear número 1 de Fukushima sólo se encuentran 50 trabajadores, después de que el grueso de empleados, unos 800, hayan sido evacuados, mientras el Gobierno ha pedido a los residentes en un perímetro de entre 20 y 30 kilómetros alrededor de la central que permanezcan en sus casas y cierren las ventanas.

También se ha decretado una zona de exclusión aérea en el radio de 30 kilómetros alrededor de la planta, operativa desde 1971, mientras los niveles de radiación han sobrepasado 400 veces el nivel considerado seguro para las personas alrededor del reactor número 3.

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Los niveles de radiación han aumentado en amplias zonas, incluida Tokio.

«El peligro de más fugas de radiación está creciendo», advirtió el primer ministro, Naoto Kan, al tiempo que instó a la población a «actuar con calma».

Radiación

Según la agencia Kyodo, la radiación fue hasta 33 veces superior al límite legal en Utsunomiya, capital de la provincia de Tochigi, al norte de Tokio, y también se midió radiación nueve veces por encima de lo normal en Kanagawa, al sur de la ciudad.

En la capital también se elevaron los niveles de radiación y se detectaron pequeñas cantidades de sustancias radiactivas como cesio, según el Gobierno Metropolitano, citado por la agencia Kyoo.

La televisión local NHK señaló que la radiación en Tokio superaba en cerca de 20 veces el nivel ordinario, aunque según las autoridades locales esto no implica riesgos inmediatos para la salud.

También en otras provincias, como Kanagawa y Saitama, la radiación alcanzó entre 10 y 40 veces su nivel habitual.

Los ciudadanos de estas zonas, especialmente de las más cercanas a Fukushima, donde hay cerca de 200.000 evacuados, siguen con preocupación las noticias sobre la central.

Mientras tanto, continúan las labores de búsqueda de supervivientes del terremoto y el devastador tsunami del viernes, que ha causado al menos 2.478 muertos y 3.611 desaparecidos, según el último recuento oficial de la policía.

Se teme, sin embargo, que esta cifra aumente, ya que las autoridades locales de provincias las de Miyagi e Iwate, dos de las más afectadas por el tsunami, hablan de miles de desaparecidos.

La inquietud por la situación en la central de Fukushima hizo que la Bolsa de Tokio se desplomara hoy más de un 10 por ciento, hasta cerrar en poco más de 8.600 puntos, su nivel más bajo desde abril de 2009.