Fotografía facilitada por el fotógrafo privado del rey Abdalá II de Jordania que muestra al soberano jordano posando junto al príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, su esposa, la princesa Letizia , y la reina Rania de Jordania. | YOUSEF ALLAN

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El príncipe de Asturias apoyó ayer con su visita a Jordania el proceso promovido por el rey Abdalá para democratizar en los próximos meses la vida política del país y que tiene en la transición española una de sus referencias, como comprobó en conversaciones con distintas autoridades jordanas.

El heredero de la Corona española y su esposa, la princesa Letizia, que compartieron anoche una cena privada con los reyes de Jordania, se reencontraron con ellos en el almuerzo oficial que ofrecieron en su honor Abdalá II y la reina Rania, al que asistieron casi 70 invitados, entre ellos 18 miembros de la familia real jordana, siete del Gobierno y seis grandes empresarios.

La llegada al palacio real de Ammán despertó una gran expectación entre los medios informativos, porque era la única oportunidad de captar imágenes de los príncipes de Asturias junto a sus anfitriones, que salieron a recibirles al jardín del edificio y les saludaron con los tradicionales dos besos.

La reina Rania y doña Letizia acapararon la atención de las cámaras mientras intercambiaban unas primeras palabras en su camino hacia la entrada, donde posaron junto a sus esposos antes de saludar allí a los familiares de los reyes -entre ellos la princesa Muna, madre de Abdalá- y, ya en el interior del palacio, al resto de invitados.

En el almuerzo, que hizo visible la relación fraternal que une a las familias reales española y jordana -como ocurrió hace ahora cinco años con la visita de Estado de los reyes de España-, Abdalá presidía la mesa junto al príncipe, a su derecha, y la princesa, a su izquierda, mientras que la reina Rania ocupaba su lugar a la derecha de don Felipe.

El príncipe Talal Bin Mohamed -primo hermano del rey- y su esposa, la princesa Ghida, fueron los encargados de acompañarles durante el resto de actividades del día, que comenzaron con una visita al Parlamento que preside desde hace unos años Taher Masri, un jordano de origen palestino que fue jefe de Gobierno y también embajador en España.

Masri, que recibió el encargo de Abdalá de poner en marcha sendos proyectos de ley para favorecer la articulación de partidos políticos y dotar de proporcionalidad al sistema electoral, preside además la Comisión Nacional de Diálogo que debe presentar en junio al rey un informe sobre los avances de este proceso, cuyo objetivo es lograr la entrada en vigor de las reformas este mismo año.

Según explicaron fuentes diplomáticas, el príncipe de Asturias mostró a Masri su interés por conocer la marcha de estos proyectos y el resultado que cabe esperar de la aplicación de unas reformas que se sumarán a la ley recientemente aprobada para garantizar el ejercicio del derecho de reunión y manifestación.

El presidente del Parlamento expuso las líneas generales del proceso previsto y aludió a su experiencia como representante diplomático en España entre 1974 y 1978, en una referencia a las reformas impulsadas durante la transición política española que también apuntó alguno de los ministros asistentes a la posterior entrevista del príncipe con el jefe del Gobierno, Maruf Bajit.

Bajit, nombrado primer ministro el pasado marzo, es el otro hombre clave en este proceso y abordó con el príncipe el papel del Ejecutivo en el desarrollo de unas reformas que las autoridades jordanas desean extender al ámbito económico.

En las conversaciones con el príncipe, sus interlocutores jordanos animaron asimismo a profundizar la cooperación bilateral en educación, investigación, energía y tratamiento de aguas, le agradecieron su visita como ejemplo de confianza en la estabilidad de la nación y le trasladaron la necesidad de que la UE intensifique sus esfuerzos para desbloquear el conflicto palestino-israelí.

La agenda de hoy incluyó también una ceremonia en el Museo Memorial de los Mártires, una recepción a 450 representantes de los cerca de 1.500 españoles residentes en este país y una visita a la Universidad de Jordania, centro del que destacó su «altura intelectual y técnica» y en el que estudian español unos 400 alumnos.

Los Príncipes inauguraron en sus instalaciones una sala de Recursos de Español abierta gracias a la colaboración del Instituto Cervantes.

A su llegada fueron recibidos entre grandes aplausos por los estudiantes que abarrotaban el auditorio Wadi Rum, nombre que además les evocaba el inicio del viaje que realizaron tras su boda, según comentó el heredero de la Corona en tono distendido, desde la tribuna.