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Un austríaco de 48 años ha exigido a su excompañera sentimental una indemnización de 72.000 euros tras descubrir que ninguno de sus cuatro supuestos hijos eran de él, sino fruto de las continuas infidelidades de la mujer.

Según el diario regional «Bezirksrundschau» en su edición de mañana, el hombre nunca quiso creerse los rumores que corrían por los bares de su ciudad, en la región de la Alta Austria, donde se barruntaba que su mujer no se acostaba solamente con él.

La pareja se separó el año pasado, tras 21 años de relación, y en una primera prueba de paternidad, realizada en noviembre, el hombre descubrió que el hijo mayor no era de él sino de otro residente del pueblo.

A continuación, la Justicia austríaca llevó a cabo pruebas de paternidad con los otros tres vástagos, que tampoco resultaron ser del que se creía su padre.

Por eso, el austríaco víctima de esta infidelidad exige de su excompañera el pago de 72.000 euros por los costes de juguetes, formación escolar, vacaciones y otros desembolsos durante el tiempo que convivió bajo el mismo techo la pareja.

Según el rotativo austríaco, el hombre propone además que todos los padres tengan que someterse a una prueba de paternidad durante el primer año de vida de sus hijos, ya que sólo así se podrán evitar casos como el suyo, agrega el rotativo austríaco.