Unos policías inspeccionan el lugar donde se registró un atentado con coche bomba en Kirkuk. | STRINGER/IRAQ

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Más de 70 personas murieron ayer y más de doscientas resultaron heridas en una sucesión de atentados contra objetivos chiíes y kurdos en Irak, en la mayor cadena de ataques de esta naturaleza que sufre el país desde que comenzara 2012.

Una veintena de coches bomba y varios artefactos estallaron en ocho de las dieciocho provincias iraquíes, informaron fuentes policiales, que detallaron que los atentados se registraron en Babel (centro), Diyala (este), Kerbala (sur), Salahedín (norte), Kirkuk (norte), Nínive (norte) y Al Anbar (oeste) y Bagdad.

Chiíes

La mayor parte de los mismos afectó a peregrinos chiíes que se dirigían a pie desde distintos puntos del país al mausoleo del imán Musa al Kazem, situado en el barrio septentrional bagdadí de Al Kazamiya, para cumplir con la peregrinación anual a este lugar.

Musa al Kazem, séptimo de los doce imanes chiíes, murió en el año 799 d.C., al parecer envenenado por los guardianes de la cárcel donde estaba recluido. El atentado más sangriento tuvo lugar la localidad de Al Hila, capital de la provincia de Bable situada a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, donde al menos veinte personas fallecieron y cuarenta más resultaron heridas.