Al menos 18 personas fallecieron y otras 40 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba aparcado en la plaza de Sana, cerca del mausoleo del imán Musa al Kazem, en el distrito de Al Kazimiya de la capital iraquí.
En otro atentado previo, al menos ocho personas murieron y más de veinte resultaron heridas por el estallido de otro vehículo cargado con explosivos en el barrio de Al Shula, en el noroeste de la capital, al paso de peregrinos chiíes que se dirigían a ese mismo santuario.
No es la primera vez esta semana que se registra un ataque contra la peregrinación al santuario de Musa al Kazem, el séptimo de los doce imanes chiíes, que murió en el año 799 d.C. envenenado por los guardianes de la cárcel donde estaba recluido durante el reinado del califa Harun al Rachid (786-809 d.C.).
El jueves pasado, casi setenta personas perdieron la vida y más de 200 resultaron heridas en una de las mayores cadenas de atentados perpetradas en Irak en lo que va de año, que en su mayoría tuvieron como blanco a peregrinos chiíes.
El país ha vivido un repunte de la violencia desde finales de 2011, que coincidió con el repliegue del ejército estadounidense tras ocho años de ocupación.
A ello se suma la complicada situación política de Irak, inmerso en una crisis desencadenada tras la emisión de una orden de arresto el pasado 19 de diciembre contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, por supuestos delitos de terrorismo.
2 comentarios
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Sí, Marcelo, tienes razón. Y encima los Estados Unidos les invaden, les sacan el petróleo y después se largan como ratas, dejándoles que se maten.
Pobre mundo árabe; lios en Siria, en Egipto y bombas en Irak y Afganistán. Una vez más las religiones y la intolerancia salen a flote. Se han quedado cuarenta siglos atrás. Con las cosas que dieron al mundo y verlos ahora solo da pena y dolor. Mucho dolor.