El jefe del grupo libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, reapareció ayer tras permanecer escondido desde 2006. | STRINGER

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El jefe del grupo libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, advirtió ayer a EEUU de «repercusiones peligrosas» si se difunde la película completa sobre el profeta Mahoma, en una sorprendente aparición en público durante una manifestación en Beirut. Nasralá, que por motivos de seguridad da sus discursos por videoconferencia, se unió durante escasos 20 minutos a la protesta que él mismo convocó la víspera, y que ha congregado a decenas de miles de personas en los arrabales sureños de la capital libanesa.

«Nuestra furia no va a ser pasajera, es el nacimiento de un movimiento que debe continuar en toda la umma (nación musulmana)», subrayó el jeque desde una tribuna y rodeado de guardaespaldas, en alusión a la ola de protestas que ha suscitado la citada película. Desde la guerra del verano de 2006 que enfrentó a Israel y Hizbulá, el clérigo se mantiene escondido y esta aparición en público es la quinta desde esa fecha, aunque la mayoría han sido fugaces.

Repercusiones

Jaleado por sus seguidores, que inundaron Dahia, el arrabal beirutí bastión del grupo chií, el jeque instó a suspender la difusión en internet del vídeo ofensivo con el profeta, producido en EEUU, y castigar a sus autores.

«Estados Unidos tiene que comprender que si publica la película entera habrá repercusiones peligrosas en todo el mundo», advirtió, ya que por el momento solo se han difundido 14 minutos de las supuestas dos horas que dura el filme.

Mientras, Las protestas contra un vídeo, considerado ofensivo por los musulmanes, volvieron a extenderse ayer por el mundo islámico, casi una semana después de que su divulgación en internet desatara violentas manifestaciones en Egipto, Libia y Yemen.

Los incidentes más graves sucedieron en Afganistán y Pakistán, estado este último donde al menos una persona murió y varias más resultaron heridas por disparos la Policía en el localidad de Warai, en el noroeste del país.

Karachi, capital económica del país, volvió a ser escenario de violentas protestas, que al caer la noche devinieron en el incendio de cuatro vehículos policiales, un autobús y una gasolinera en la zona de Numaish Churangui.