Barack Obama anunció ayer el nombramiento de Kerry como jefe de la diplomacia en EEUU. | KEVIN LAMARQUE

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«La única cosa que frena a un tipo malo con una pistola es un tipo bueno con una pistola», afirmó Wayne LaPierre, vicepresidente y principal ejecutivo de NRA (sus siglas en inglés), al asegurar que «es la hora de una acción decisiva... por el bien de todos los niños».

La Asociación Nacional del Rifle pidió ayer la puesta en marcha de un programa nacional para la protección armada de todas las escuelas en Estados Unidos a partir de enero de 2013, en respuesta a la matanza de Connecticut la semana pasada.

Los niños son el grupo más vulnerable de la sociedad «pero los dejamos sin defensa, y los monstruos y los depredadores del mundo lo saben y lo explotan. Eso debe cambiar», dijo Wayne LaPierre, durante su primera comparecencia pública tras el tiroteo, en el que Adam Lanza, de 20 años, mató a 26 personas -entre ellos 20 niños- en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown (Connecticut) el pasado 14 de diciembre, antes de suicidarse.

En ese sentido, instó al Congreso de Estados Unidos a que, de inmediato, autorice la asignación de fondos para asegurar que todas las escuelas tengan «un manto de seguridad» cuando se reanuden las clases tras el receso navideño.

Responsabilidad

Por otra parte, responsabilizó a los medios de comunicación por la cultura de la violencia en Estados Unidos.

Su comparecencia fue interrumpida por dos activistas del grupo CodePink, que acusaron a la NRA, de «tener sangre en sus manos» y pidieron la prohibición inmediata de las armas de asalto.

Afuera, decenas de manifestantes exigieron mayores restricciones de acceso a las armas y, en declaraciones a Efe, algunos argumentaron que más armas no equivale a más seguridad.