Los partidos italianos empiezan a marcar distancias con respecto al plan del presidente de la República, Giorgio Napolitano, para intentar sacar al país del bloqueo político actual, después de unas primeras horas de reconocimiento casi unánime del jefe del Estado.
La mayoría de las aprobaciones que llegaron ayer tras el anuncio de Napolitano se disiparon hoy con la vuelta a escena de la división que existe entre las distintas fuerzas parlamentarias y que hace que el propio plan del presidente de la República corra riesgo de naufragar.
Las críticas hacia la iniciativa de Napolitano, que contempla la constitución de dos comisiones de sabios que preparen una lista de reformas necesarias que pueda ser compartida por los partidos, llegaron en mayor medida de la formación del ex primer ministro Silvio Berlusconi, el conservador Pueblo de la Libertad (PDL), y del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo.
En declaraciones al canal de televisión Sky Tg24, el portavoz del PDL en la Cámara de los Diputados y exministro de Administraciones Públicas, Renato Brunetta, rechazó de un modo rotundo estos grupos, porque, dijo, «no sirven para nada, con todo el respeto que merece el presidente de la República».
Brunetta aseguró que Berlusconi, quien aún no se ha pronunciado públicamente sobre este asunto, piensa igual que él y sigue con atención lo que sucede, calificó al Ejecutivo de Mario Monti, en funciones, de «zombie» y dijo que «basta ya de perder tiempo y de hacer nuevas consultas».
El exministro de Administraciones Públicas insistió en que lo necesario es llegar a un acuerdo para formar un Gobierno de coalición entre el PDL, el Partido Demócrata (PD) de Pier Luigi Bersani, y la formación de Monti, Elección Cívica, y que, si eso no se produce, se deberá volver a las urnas lo antes posible.
Mediante un comunicado, el senador del PDL Fabrizio Cicchitto, llegó a dar un plazo de entre siete y diez días a estas comisiones para ofrecer resultados concretos y evitar así que se prolongue el Gobierno Monti, quien sigue en el poder a pesar de haber dimitido el pasado diciembre.
En el movimiento de Grillo volvieron a surgir hoy nuevas voces en contra de la existencia de esos grupos de sabios, después de que anoche su portavoz en el Senado, Vito Crimi, dijera que tendría «dificultades» para sentarse a la mesa con esos expertos.
En un principio el M5S clamó victoria con el plan de Napolitano, pues «a priori» pensaba que recogía su propuesta de dar un mayor peso al Parlamento y quitársela al Gobierno, y dejaba al frente a Monti, pero hoy el propio Grillo quiso matizarlo.
«El presidente Napolitano ayer confirmó nuestras posiciones sobre el Parlamento y el Gobierno. En sustancia, afirmó que un Gobierno está en el poder, aunque limitado a los asuntos corrientes, y está trabajando en colaboración con el Parlamento, es más, solo con el previo consenso del Parlamento», afirma Grillo en una entrada publicada hoy en su blog.
Sin embargo, el cómico sostiene que las comisiones que han de formarse son las parlamentarias, porque el país no necesita a los «misteriosos negociadores o mediadores que operan como grupos de sabios, ni a las 'cuidadoras de la democracia', sino permitir que funcione mejor el Parlamento».
La formación que más conforme se muestra con el plan de Napolitano es la de Monti, quizá porque esta hoja de ruta recoge sus propuestas y mantiene a su líder en el Gobierno, mientras que el PD, que se ha mostrado dispuesto a acompañar de modo responsable todo el recorrido propuesto por el presidente de la República, insiste en la necesidad de un Gobierno formado por políticos.
«La clasificación de lo que puede ser útil para el país tiene en el primer lugar a un Gobierno político y después los distintos modos de Gobiernos institucionales, de concertación u otras fórmulas», afirma el portavoz del PD en el Senado, Luigi Zanda, en una entrevista que publica hoy el diario «La Stampa».
La composición de los grupos también despierta recelos, pues uno de sus integrantes, Enrico Giovannini, presidente del Instituto de Estadística, no fue capaz de concluir con éxito hace un año la comisión para reducir el sueldo de los parlamentarios, y otro de ellos, Mario Mauro, pasó de las filas de Berlusconi a las de Monti.
La ausencia de mujeres entre los miembros de estas dos comisiones de sabios también ha generado muchas críticas y en este sentido la progresista Emma Bonino recordó hoy que en Italia también hay «talentos en femenino».
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