«Es un día de alegría, de fiesta. Después de una larga, difícil y agotadora travesía, Crimea y Sebastopol vuelven a su bahía, a las orillas de la patria, a su puerto de matrícula permanente: Rusia», exclamó Putin visiblemente emocionado.
El presidente ruso agradeció los crimeos «su firme posición y su voluntad claramente expresada de estar junto a Rusia».
También tuvo palabras para la vecina Ucrania, que no ha reconocido la incorporación de su península autónoma, Crimea, a Rusia.
«Estamos muy preocupados por lo que ocurre en Ucrania, pero confío en que Ucrania superará sus dificultades. No somos simples vecinos, somos parientes muy cercanos, y nuestro futuro éxito depende de nosotros, de Rusia y de Ucrania», se dirigió Putin a los ucranianos.
Baño de masas
Putin se presentó en el escenario montado en la Plaza Roja, donde fue aclamado por una multitud allí congregada, poco después de firmarse el tratado por el que Crimea y Sebastópol se convirtieron en entidades federadas de Rusia.
Más de 110.000 personas, según el Ministerio de Interior ruso, se concentraron hoy en el corazón de Moscú para celebrar la incorporación, apoyada por una inmensa mayoría de los rusos según todos los sondeos.
«Rusia, Crimea, Putin», gritaron instantes después desde el escenario los integrantes de un grupo musical cuya actuación siguió a la aclamada intervención del presidente ruso.
Justo antes, sonó en la plaza el himno de Rusia en un alarde de patriotismo, exaltado y ensalzado.
Al escenario también se subieron destacados políticos, militares y personalidades tanto rusas como crimeas para celebrar la reunificación entre Rusia y Crimea, que formó parte de este país hasta 1954.
El presidente ruso, Vladímir Putin; el primer ministro de Crimea, Serguéi Axiónov; el jefe del Parlamento, Vladímir Konstantínov, y Alexéi Chali, el jefe de Sebastopol, que se integrará en Rusia como ciudad federada, suscribieron el acuerdo en el Kremlin.
Tras la firma, tanto Crimea como Sebastópol (donde tiene su base la Flota rusa del mar Negro), se convirtieron automáticamente en sujetos de la Federación Rusa.
Crimea tiene unos dos millones de habitantes, de los cuáles cerca del 60 por ciento son rusos, 24 por ciento ucranianos y 12 por ciento tártaros.
4 comentarios
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Nos puede gustar o no gustar este asunto, pero todos debemos admitir que aquella gente, mayoritariamente, no quiere ser ucraniana sino rusa. Tampoco podemos negar que no lo hayan hecho democráticamente: se ha votado en el parlamento regional de Crimea (legítimo ya que los representantes fueron votados por el pueblo, no como en Kiev donde el gobierno es golpista e interino), y también en referéndum (democracia directa). Entonces, ajo y agua porque eso sí es democracia: el pueblo gobierna.
Una operació digna doncs d'un exagent del KGB, com el Sr. Putín.
Mismas técnicas que Hitler en los años treinta, con la misma debilidad de Europa y las democracias occidentales. La historia se repite. Y aquí impasibles con la constante violación de las fronteras en Ceuta y Melilla.
Tot plegat, hem progressat si pensam a la solució d'en Estalin i dels comunistes per a Crimea, l'any 1944. Van deportar cap a Siberia centenars de milers de persones de la població tàtara, amb un percentatge molt important de morts.