KIV04. Donetsk (Ukraine), 27/04/2014.- Masked pro-Russian protestors guard an entrance door after occupying a regional TV center in Donetsk, Ukraine, 27 April 2014. The capture of seven observers from Vienna-based OSCE, of which Russia is a member, prompted the Group of Seven (G7) major world economies to announce they would impose new sanctions on Russia over its alleged support of militant separatists. Russia will help secure the release of European military observers taken captive by pro-Russian separati | ROMAN PILIPEY

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El Gobierno de Ucrania, con el Ejército ruso a un paso de sus fronteras, sufrió ayer nuevos reveses en el sureste del país: los manifestantes prorrusos tomaron la radiotelevisión de la región de Donetsk y el Servicio de Seguridad admitió la captura de tres de sus oficiales por las milicias separatistas.

La toma de la radiotelevisión se produjo después de un mitin en la plaza Lenin de la ciudad de Donetsk en respaldo del referéndum sobre la autonomía de la región homónima convocado por los prorrusos para el próximo 11 de mayo, consulta declarada ilegal por las autoridades de Kiev.

Los manifestantes derribaron uno de los portones e ingresaron en el recinto de la radiotelevisión, donde izaron la bandera la autoproclamada «república popular de Donetsk».

Los efectivos policiales que custodiaban la sede de la radiotelevisión abandonaron el edificio sin oponer resistencia a los manifestantes, como se pudo apreciar en imágenes transmitidas en directo por internet.

Cooperación

Por otra parte, la milicias prorrusas, dueñas absolutas de la situación en Slaviansk, permitieron hoy al coronel alemán Axel Schneider, uno de los siete inspectores militares de la OSCE retenidos desde el viernes en Slaviansk, hablar con la prensa.

Schneider declaró que él y sus colegas no se consideran «prisioneros», sino «huéspedes» del autoproclamado alcalde de esa ciudad ucraniana, Viacheslav Ponomariov», según la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.

El oficial alemán añadió que los diplomáticos «deben cooperar» con Ponomariov para conseguir ese objetivo.

Inmediatamente después de su detención, los inspectores militares europeos, que no forman parte de una misión de la OSCE, pero actúan bajo su amparo, fueron acusados por las milicias prorrusas de espionaje en favor del OTAN, al considerar que se trata de militares que están en la zona «sin autorización».