El presidente austríaco, Heinz Fischer, dando la bienvenida al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Viena. | ANDY WENZEL / BKA / HANDOUT

TW
1

Tanto el Gobierno de Ucrania como los separatistas prorrusos del este del país, enfrentados en un conflicto armado, han valorado la decisión del presidente ruso, Vladímir Putin, de renunciar al envío de tropas al país vecino, lo que en la práctica supone renunciar a la intervención militar..

La decisión de Putin coincidió con el primer día de una tregua en Ucrania entre el Ejército y los rebeldes ensombrecida ayer mismo por la muerte de nueve efectivos ucranianos en un helicóptero militar derribado por los prorrusos con un misil tierra-aire, como los que Kiev denuncia que los insurgentes reciben de Rusia.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, calificó el gesto de Putin como el «primer paso práctico de Rusia» para apoyar el plan de paz ideado para las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk.

Paso importante

«Tenemos que ver la decisión real, pero este hecho ya es un importante paso hacia adelante», declaró a su vez en Viena el nuevo ministro de Exteriores ucraniano, Pavló Klimkin, durante una conferencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Por su parte, los milicianos de la autoproclamada república popular de Donetsk declararon que la decisión del líder ruso ayudará a paliar el conflicto.

«A día de hoy, esa decisión es correcta, contribuirá a apaciguar la tensión», aseguró el «viceprimer ministro» del ente separatista, Andréi Purguín. Agregó que la iniciativa de Putin es, además, «un paso para salir del nerviosismo, especulaciones y la abierta rusofobia expresada por algunos ucranianos».

Putin propuso ayer al Consejo de la Federación (Senado) de Rusia anular la autorización para enviar tropas a Ucrania, otorgada al jefe del Kremlin el pasado 1 de marzo, y la Cámara Alta ya anunció que se reunirá hoy mismo para estudiar la propuesta del presidente.

El permiso para el envío de las tropas fue aprobado una semana después del derrocamiento del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, a raíz de masivas protestas populares y en vísperas de la anexión por Rusia de la península ucraniana de Crimea.

Mientras, el propio Putin declaró ayer en Viena que una tregua de siete días en el este de Ucrania no es suficiente para solucionar el conflicto y que se necesitan conversaciones políticas sustanciales, incluidas negociaciones directas de Kiev con los separatistas.