Vista general de la sala en la prisión de Korydallos en la que se juzga a miembros del partido neonazi griego Amanecer Dorado en Atenas. | PANTELIS SAITAS

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El juicio a la dirección del partido neonazi griego Amanecer Dorado por criminalidad y asesinato ha comenzado este lunes en medio de un fuerte despliegue de seguridad y una gran expectación mediática.

En esta primera sesión tan solo estuvieron presentes 44 de los 69 acusados, en tanto que el jefe de Amanecer Dorado, Nikolaos Mijaloliakos, así como la mayoría de los otros dirigentes y diputados del partido estuvieron representados por sus abogados.

El juicio se celebra en una sala especial de la cárcel de alta seguridad de Korydalós, a diez kilómetros de Atenas.

De los 69 acusados, todos excepto tres deberán responder a las acusaciones de dirección y pertenencia a organización criminal, mientras algunos también se enfrentan a delitos de asesinato y posesión ilegal de armas, archivos y drogas.

Asesinato

El detonante de esta investigación, que llevó a prisión en octubre de 2013 a la cúpula del partido, fue el asesinato del joven rapero izquierdista Pavlos Fyssas en septiembre de ese año a manos de un militante de Amanecer Dorado, Yorgos Rupakiás, un crimen que provocó gran indignación en la opinión pública griega.

En la sala se encontraban los familiares del asesinado, que acuden como acusación particular.

El pliego de acusación sostiene además que, bajo la apariencia de un partido político, se esconde en realidad una organización de corte y estructura nazi, algo que los dirigentes de Amanecer Dorado siempre han negado.

La calle que conduce hasta la cárcel se encuentra cortada desde primeras horas de la mañana, y mientras alrededor de un centenar de simpatizantes del partido respaldan a sus dirigentes en un extremo de la misma, varios centenares de personas se han concentrado en el otro para protestar contra los neonazis.

La manifestación había sido convocada no solo para repudiar a los ultraderechistas sino para pedir el traslado del juicio a otro tribunal, pues la cárcel de Korydalós se encuentra junto a una escuela y cerca de varias guarderías, que han tenido que ser cerradas para la ocasión.

El alcalde de Korydalós, Stavros Kasimatis, ha pedido repetidamente, hasta ahora sin éxito, que el proceso se celebre en otro lugar para evitar que un lugar tan sensible por la cercanía a las escuelas puede convertirse en punto de encuentro de los neonazis.

Se estima que el juicio, en el que serán escuchados los testimonios de 300 testigos y participan 120 representantes legales, pueda prolongarse hasta dos años.

Se trata del primer juicio contra un partido político por criminalidad desde la II Guerra Mundial.