Vista de los objetos relacionados con la ideología nazi incautados por la policía y mostrados durante una rueda de prensa celebrada en Bamberg, Alemania hoy 22 de octubre de 2015. | Nicolas Armer

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Las autoridades del estado federado de Baviera (sur de Alemania) informaron este jueves de la desarticulación de un grupo ultraderechista sospechoso de haber constituido una organización criminal y de preparar atentados contra albergues de refugiados.

Según informó en una rueda de prensa la fiscalía de la localidad de Bamberg, el grupo estaba integrado por once hombres y dos mujeres, de entre 21 y 36 años, que han sido detenidos.

Entre otros objetivos, el grupo, tachado de «peligroso» por la fiscalía, había planificado arrojar artefactos explosivos en dos albergues de Bamberg en el marco de una manifestación de ultraderecha convocada para el próximo 31 de octubre.

Preveían además atacar y destrozar un local vinculado a los círculos de izquierdas.

En un comunicado, el Ministerio bávaro de Interior informó de que las detenciones tuvieron lugar este miércoles en el marco de una redada en la que se registraron doce viviendas y locales.

En la operación, con participación de más de 90 agentes, la policía se incautó de material explosivo, armas de fuego, munición, bates de béisbol, armas blancas, propagada de ultraderecha y banderas y otros objetos con la cruz gamada.

Los miembros del grupo habían encargado material pirotécnico en Polonia y uno de los envíos, de varios kilos, fue interceptado por la policía antes de que llegara a sus manos.

Ese material, explicó la fiscalía, contiene sustancias explosivas «altamente peligrosas» y potentes, con capacidad de causar heridas e incluso la muerte.

El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, ya había avanzado que con la operación policial era posible que se hubieran evitado «futuros delitos o atentados».

Hizo estas declaraciones en un centro de Bamberg en el que son alojados ciudadanos de los Balcanes a la espera de que se resuelvan sus solicitudes de asilo o de ser expulsados del país, precisamente uno de los albergues que los neonazis tenía en su punto de mira.

A los detenidos se les acusa de presuntos delitos de participación en una organización criminal, preparación de explosivos y lesiones graves.