La extrema derecha francesa no consiguió este domingo conquistar ningún gobierno regional en la segunda vuelta de las elecciones locales, pese a haber mejorado en número de votos los resultados de la primera, en la que fue la formación más votada en seis de las 13 circunscripciones.
Los conservadores del expresidente Nicolas Sarkozy gobernarán siete regiones y los socialistas, del actual jefe de Estado, François Hollande, que hasta ahora dominaban todas menos una, mantendrán seis, lo que supone un resultado mejor de lo que les auguraban los sondeos hace unas semanas.
La líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, evitó reconocer explícitamente la derrota y aseguró que, con casi el 30 % de los votos a nivel nacional se encuentra bien posicionada de cara a las presidenciales de 2017.
La movilización ciudadana, con una tasa de participación que rondó el 60 %, dio la vuelta a los resultados de la semana pasada, y evitó que los ultraderechistas escaparan de su limitación histórica, la de superar el 50 % de los votos en una segunda ronda.
Pero el propio primer ministro, Manuel Valls, advirtió ayer de que no es momento de «alivio» ni de «triunfalismos», porque el peligro de la extrema derecha «no se ha eliminado».
Los socialistas se habían retirado en el Norte Pas-de-Calais Picardía y en Provenza Alpes Costa Azul, dos regiones donde la suma de los votos de la izquierda no les permitía ganar, y el triunfo en seis regiones mejora las expectativas de un partido que desde su acceso al poder en 2012 acumula derrotas electorales.
La presidenta del FN, Marine Le Pen aseguró que su avance electoral «ha servido para sacar a la luz la mentira en la que reposa el sistema político francés».
3 comentarios
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Tenian que arrasar y los arrasaron,basta ver la foto de la perdedora,HAY PENA PENITA PENA.
Ya saben, casi un tercio de los franceses votan a la ultra derecha. NO me lo creo, será que Valls es de la ultra izquierda?
La realidad es que un 30% de franceses han votado al FN y los otros dos han tenido que maniobrar para impedir la victoria en dos regiones al FN. Esto es democracia, pero los problemas que motivan este 30% siguen y es el políticamente correcto que al final es mal camino. Si no cambian, en las siguientes veremos subir al FN, que por cierto, con el 30% de votos no se le puede llamar extrema derecha, o si se le dice esto alguien será de extrema izquierda, los que tienen menos votos y pactan contra el FN como el PSF.