Varios coches de bebé abandonados y sábanas ensangrentadas podían verse todavía este viernes en el paseo marítimo de Niza. | Efe

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El atentado terrorista de Niza, que ha dejado al menos 84 muertos y decenas de heridos graves, «se corresponde» con los llamamientos de grupos yihadistas aunque aún no ha sido reivindicado, informó este viernes el fiscal antiterrorista de Francia, François Molins.

«Aunque el atentado de ayer todavía no se ha reivindicado, este tipo de acciones se corresponden muy exactamente con las permanentes llamadas a matar de esas organizaciones terroristas en los vídeos y revistas que difunden regularmente», manifestó el fiscal en una declaración ante la prensa.

Molins dijo que entre las 84 víctimas mortales se cuentan diez niños y adolescentes, además de 200 heridos de los que 52 están en estado grave y 26 de ellos en «reanimación», aunque el balance aún podría revisarse al alza, agregó.

El autor de la masacre es Mohamed Boulhel, tunecino, de 31 años y padre de familia, domiciliado en Niza que trabajaba como chófer repartidor y que tenía historial de delitos comunes pero ningún expediente de radicalización.

«El terrorista que conducía el camión fue abatido para impedir que siguiera su acción criminal» y su exesposa se encuentra detenida desde esta mañana a las 11.00 hora local (09.00 GMT), agregó el fiscal.

Boulhel perpetró su matanza desde las 22.45 horas (20.45 GMT) de la noche del jueves en solitario y a los mandos de un camión frigorífico de 19 toneladas que había sido alquilado el 11 de julio en la cercana localidad de Saint-Laurent-du-Var.

Condujo durante unos 2 kilómetros, entre el número 11 y el 147 del paseo de los Ingleses, y «arrolló a muchos espectadores reunidos para ver los populares fuegos artificiales del 14 de julio», relató la fuente.

En su incursión asesina el «terrorista disparó varias veces contra tres policías cerca del hotel Negresco. Los policías replicaron y persiguieron al camión, que todavía logró circular unos 300 metros», agregó el fiscal.

«Los policías lograron neutralizarle con disparos a la altura del Palacio del Mediterráneo. El terrorista fue encontrado muerto en el asiento del pasajero», precisó.

En la cabina del camión se encontraron una pistola automática del calibre 7,65 milímetros, un cargador, cartuchos de ese calibre gastados y no gastados, una segunda pistola automática falsa, dos réplicas de fusiles de asalto kaláshnikov y M16 también falsos, y una granada desactivada.

Se halló también un teléfono y documentación que se están investigando, así como un permiso de conductor y una tarjeta de crédito a nombre de Mohamed Lahouaiej Boulhel, nacido el 3 de enero de 1985 en Túnez.

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«Al cotejar sus huellas dactilares se ha podido establecer la identidad del terrorista», agregó el fiscal.

Boulhel tenía antecedentes por actos de violencia, amenazas, robo y otros delitos cometidos entre 2010 y 2016, y una condena en marzo pasado a seis meses de cárcel (sin cumplimiento) por una agresión durante una disputa de tráfico.

«Sin embargo, era completamente desconocido para los servicios de inteligencia local y nunca había estado fichado ni había dado la mínima señal de radicalización», agregó el fiscal.

Según Mulins, los investigadores han requisado también documentación y material informático en el registro de su domicilio y se centran ahora en determinar cómo se hizo con el arma y el camión, si tuvo cómplices y sus eventuales vínculos con «las organizaciones criminales terroristas islamistas».

El fiscal investiga los cargos de «asesinato y tentativa de asesinato en banda organizada en relación con empresa terrorista, tentativa de asesinato de persona depositaria de autoridad pública en banda organizada y en relación con una empresa terrorista y asociación de malhechores terroristas para perpetrar atentados, es decir, criminal».

Ministro de interior

Por su parte, el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo que de momento no existe ningún elemento que permita vincular con el yihadismo a Mohamed Boulhel, el autor de la masacre, una relación que sí dio por establecida el primer ministro, Manuel Valls.

«Tenemos un individuo que en absoluto era conocido por los servicios de información por actividades ligadas al yihadismo radical, que no era objeto de una ficha S (de seguimiento por radicalización), y al que no se le conocían actos vinculados con el islam radical», dijo el titular de Interior en la cadena «TF1».

Cazeneuve indicó en el telediario de máxima audiencia de esa cadena que la investigación judicial abierta determinará si Boulhel, abatido tras la masacre, actuó a petición de otros individuos, impulsado «por los continuos mensajes del Estado Islámico» o por tener algún tipo de desequilibrio.

El ministro recordó que en lo que va de año se han evitado 16 atentados en Francia pero advirtió de que, independientemente de quién esté al frente del Gobierno, «todo lo que se haga no podrá garantizar nunca un riesgo cero de atentados».

«Nos enfrentamos a fenómenos de violencia extrema. Hemos constatado que las modalidades de esos crímenes son inéditas respecto a lo conocido hasta ahora. Hemos tenido matanzas masivas con explosivos, con armas de fuego, y ahora un nuevo tipo de intervención», indicó Cazeneuve.

El ministro subrayó que «es algo que preocupa a las autoridades públicas», porque se ha llegado «a tal nivel de paroxismo de violencia que para proteger a los franceses hace falta abarcar todos los comportamientos más violentos, irracionales y mortales e intentar evitar que se reproduzcan a través de la anticipación»