«No tenemos miedo de decir esto: el mundo está en guerra porque ha perdido la paz», aseveró ante los 75 representantes de medios de comunicación que le acompañan a Polonia.
Después de su mensaje y tras saludar uno a uno a los periodistas, volvió sobre sus pasos para tomar de nuevo el micrófono y aclarar: «Hablo en serio de guerra, una guerra de intereses, por dinero, por los recursos de la naturaleza, por el dominio de los pueblos. Pero no es una guerra de religiones, porque todas las religiones quieren la paz».
Con un tono apesadumbrado que rompió la alegría correspondiente a un viaje en el que se encontrará con cientos de miles de jóvenes, Francisco quiso comentar los últimos episodios de violencia y los atentados, como el asalto ayer una iglesia en el norte de Francia y en el que fue asesinado un sacerdote.
Francisco dijo que la primera palabra que viene a la cabeza sobre el actual momento de violencia es «inseguridad, pero que la verdadera palabra es guerra».
Se refirió al religioso francés de 86 años Jacques Hamel, asesinado mientras celebraba misa en la localidad de Saint-Etienne-du-Rouvray, en Normandía, pero quiso recordar la muerte de muchos inocentes y no sólo en Europa.
«Desde hace tiempo decimos que el mundo vive una guerra a trozos. Recordamos a este santo sacerdote que ha muerto en el momento en el que recogía las oraciones para la Iglesia. Él es uno, pero cuántos cristianos, cuántos inocentes, cuántos niños...Pensemos, por ejemplo en Nigeria», afirmó el pontífice.
El papa argentino también se refirió al actual momento como una guerra «no orgánica», es decir no declarada, pero «sí, organizada», aclaró.
En el vuelo que le llevaba a Cracovia para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco puso sus esperanzas en los jóvenes.
«Dicen que la juventud es esperanza, pues esperemos que los jóvenes nos digan algo y nos den algo de esperanza en este momento», afirmó.
Francisco agradeció a todos aquellos que en estas horas le han enviado mensajes de pésame por el asesinato del sacerdote, y en particular destacó la llamada de teléfono que le hizo el presidente francés, François Hollande, quien le transmitió «su pesar como un hermano».
El pontífice envió ayer un telegrama de pésame a la Iglesia francesa en la que decía estar «particularmente afectado por este acto de violencia», imploraba «la paz de Dios para todo el mundo» y pedía «al Señor inspirar a todos los pensamientos de reconciliación y hermandad tras este nuevo suceso».
3 comentarios
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Pue yo diría que si es una guerra religiosa, y como siempre, con los musulmanes como organizadores. Si los musulmanes no quieren guerra, que lo demuestren manifestándose en contra de la Yihad que promueven los terroristas. Cuando hay un atentado, la comunidad musulmana se limita a "condenar" y punto. Si realmente quisieran preservar su postura antibélica, se manifestarían en contra de estos actos, no solo enviando comunicados. Les vá mucho en juego, hasta que nos hartemos y pagarán justos por pecadores.
Ah, no ? y cómo se le dice que un musulmán asesina a un cura ?
Aquest papa, sempre donant grans titulars als avions, que si els gais també son fills de Deu i qui es ell per jutjar, que si les religions...bla, bla bla bla, però després que?? res de res, l'esglèsia segueix estancada en el segle passat. I cal dir que al no ser una institució democràtica aquest Sr. es pot llevar un matí i signar per decret el que li vengui en gana...però reformes en profunditat, ni una.