La edición australiana del diario «The Guardian» indicó que los informes, que fueron escritos por trabajadores sociales de Connect Settlement Services entre enero y marz, incluyen el caso de una refugiada que estaba en una parada de autobús y que fue empujada a un vehículo para después ser violada por dos hombres.
La víctima fue aparentemente abandonada en otro lugar bajo la amenaza de «ser asesinada si contaba lo sucedido» por lo que ésta desistió de denunciar el caso, según indicaron en marzo pasado los asistentes sociales que trabajan en Nauru.
Los documentos también alertan de «los riesgos continuos y significativo» que corren los niños y describen cómo éstos se queman los brazos con cigarrillos, intentan saltar desde los edificios para acabar con sus vidas o intentan suicidarse por otros medios, agregó la fuente, que citó otros casos que afectan a mujeres y a menores.
La filtración de los nuevos documentos se da después de que el mismo diario publicara en agosto pasado más de 2.000 informes que detallan los abusos y traumas en niños y mujeres internas en el centro de Nauru.
Un portavoz del Ministerio de Inmigración australiano dijo al diario que los refugiados que viven en Nauru son alentados a denunciar todos los incidentes, incluyendo los asaltos sexuales a la Policía de Nauru.
«Si bien la ley y el orden en la comunidad nauruana es asunto del Gobierno de Nauru, el Ministerio y sus proveedores de servicios ofrecen un apoyo importante para ayudar a obtener información y adoptar las acciones necesarias que se derivan de los incidentes denunciados», agregó el funcionario.
Australia reactivó en 2012 su política para la tramitación en países terceros de las solicitudes de inmigrantes que viajan a Australia en busca de asilo y acordó la apertura de centros de detención en Papúa Nueva Guinea y Nauru.
La ONU y grupos de defensa de los derechos humanos han criticado estos centros de detención en los que un comité del Senado australiano investiga denuncias de presuntos abusos sexuales a varios internos y otras violaciones.
En un informe reciente, Human Right Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) denunciaron que unos 1.200 solicitantes de asilo, entre ellos mujeres y niños, que fueron transferidos por Australia a Nauru son víctimas de abusos graves, trato inhumano y negligencia.
Muchos de los inmigrantes retenidos en Nauru y Papúa Nueva Guinea han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros que han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías roginyá de Birmania (Myanmar), o Bidún, de la región del Golfo.
3 comentarios
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@nodicennada, no te preocupes, ya te tenemos a ti para demostrar para lo que sirve el ateísmo, para acumular odio, rencor y mala leche por las mañanas, de eso te sirve tu desamor hacia Dios y hacia la Iglesia...
Que se puede esperar de un país fundado por delincuentes.
Si esta fuese una noticia sobre el aborto, o alguna critica hacia la Iglesia, ya tendriamos aqui a los beatos de turno, ganandose el cielo con su teclado. Pero como es una noticia sobre abusos a refugiados, les importa nada y menos, porque no los consideran ni seres humanos, y no se dignan ni abrir la boca. Hipocritas!