Las autoridades francesas dieron este miércoles por terminada la evacuación del campamento de inmigrantes de Calais, el mayor del país, mientras buena parte del mismo ardía.
Un grupo de antidisturbios alejó a los últimos integrantes del poblado chabolista, conocido como la «jungla», para evitar problemas con los múltiples incendios declarados en el mismo.
La prefecto (delegada del Gobierno) de Calais, Fabienne Buccio, indicó que el centro de selección abierto a pocos metros del campamento seguirá funcionando hasta el final de la jornada para acoger a todos aquellos que quieran ir a uno de los 450 albergues abiertos por el Ejecutivo en todo el país.
Buccio señaló en una rueda de prensa en Calais que 5.000 personas han sido ya registradas en el centro de selección y que tienen previstas 1.600 plazas para la jornada de este miércoles.
La prefecto calculó que quedan unas 1.000 personas sin registrar, inmigrantes que han abandonado la «jungla» para huir de las llamas y que se encuentran en los aledaños de la misma.
Algunos mantienen que no quieren marcharse a los albergues propuestos por el Gobierno francés porque su intención sigue siendo pasar al Reino Unido de forma clandestina.
Buccio señaló que, por el momento, no se ha procedido a ninguna detención de inmigrantes que se nieguen a abandonar el campamento, pese a que las organizaciones humanitarias consideraban que había unos 2.000 «recalcitrantes».
«Todo el mundo se ha registrado de forma voluntaria, han aceptado las alternativas de acogida que les hemos propuesto», aseveró Buccio, para quien con esta operación «se pasa una página importante» en la historia de Calais.
La prefecto precisó que cuatro afganos fueron arrestados como presuntos responsables de los incendios declarados en la «jungla» e insistió en que muchos de esos fuegos responden a una tradición local de los inmigrantes, en particular de los afganos, de quemar las casas antes de abandonarlas.
El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henri Brandet, añadió, por su parte, que 1.500 menores han sido albergados en el centro provisional abierto junto a la «jungla», compuesto de contenedores, a la espera de que se trate su situación.
Algo menos de 300 han sido enviados ya al Reino Unido, país que se comprometió con Francia a acoger a los que puedan demostrar que tienen familiares en ese país.
Buccio dijo que este miércoles mismo comenzará de forma más sistemática la destrucción de las chabolas que queden, para lo que se usarán ya medios pesados.
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