Fuerzas peshmerga kurdas en un puesto de vigilancia al este de Mosul, bastión en Irak de los yihadistas de Estado Islámico. | THAIER AL-SUDANI

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Las fuerzas gubernamentales iraquíes mataron y torturaron a civiles al sur de Mosul, según denunciaron este jueves organizaciones de derechos humanos, en el primer reporte sobre supuestos abusos en la campaña respaldada por Estados Unidos para recuperar la ciudad controlada por Estado Islámico.

Amnistía Internacional dijo que «hasta seis» personas de las que las fuerzas de seguridad sospechaban que tenían vínculos con el grupo extremista yihadista fueron halladas muertas el mes pasado en los subdistritos de Shura y Qayyara.

«Hombres que llevaban el uniforme de la policía federal han cometido múltiples asesinatos ilegales, arrestando y luego asesinando deliberadamente a sangre fría a residentes de poblaciones al sur de Mosul», dijo la subdirectora de investigación de la oficina de Amnistía Internacional en Beirut, Lynn Maalouf.

Human Rights Watch (HRW) dijo que al menos 37 hombres sospechosos de estar vinculados con Estado Islámico habían sido detenidos por fuerzas iraquíes y kurdas en puestos de control, pueblos, centros de vigilancia y campamentos para personas desplazadas en los alrededores de Mosul y Hawija, más al sur.

Sus familiares dijeron que no sabían dónde estaban retenidos la mayoría de ellos y que no habían podido contactar con ninguno de ellos desde el momento de la detención, de acuerdo con el informe de la organización.

HRW advirtió de que tales prácticas «incrementan de manera significativa el riesgo de otras violaciones», incluida la tortura.

Un portavoz del Ministerio del Interior negó que se hubieran producido tales violaciones y afirmó que las fuerzas iraquíes respetan los derechos humanos y el derecho internacional. No fue posible contactar con un portavoz de la policía federal iraquí para recoger sus declaraciones.

Además, un portavoz del Gobierno regional kurdo desmintió el informe de HRW, alegando que los retrasos a la hora de informar a las familias eran pocos y que se debían a la limitación de recursos. «No se retiene a nadie en instalaciones desconocidas. Están en instalaciones identificadas», aseguró Dindar Zebari.