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Al menos 25 personas han fallecido en un bombardeo contra una de las sedes del Frente de la Conquista del Levante (exfilial siria de Al Qaeda) cerca de la localidad de Sarmada, en el noroeste de Siria, junto a la frontera con Turquía, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El número de víctimas mortales podría aumentar debido a que hay decenas de heridos y algunos de ellos están en estado grave, añadió la ONG.

Por el momento, se desconoce si los aviones que realizaron el ataque son rusos o de la coalición internacional antiyihadista que lidera EEUU, según el Observatorio.

Por su parte, el Frente de la Conquista acusó a la coalición internacional de haber llevado a cabo el ataque contra una de sus «sedes centrales» en el norte de la provincia de Idlib.

En un breve comunicado difundido a través del servicio de mensajería Telegram, la agrupación radical aseguró que más de 20 personas fallecieron, sin especificar si eran sus miembros.

Actualmente está en vigor un cese de hostilidades en Siria, que se está aplicando en todo el país y a todos los grupos armados rebeldes, excepto los considerados terroristas por el Gobierno de Damasco y su aliado, Moscú, como el yihadista Estado Islámico y el Frente de la Conquista.

Ayer, el Observatorio informó de que tres dirigentes yihadistas murieron en un bombardeo contra el vehículo en el que viajaban, en una carretera entre las localidades de Sarmada y Bab al Haua.

Los fallecidos fueron identificados por la ONG como Abu Omar al Turkistani, uno de los cabecillas de la facción radical Partido Islámico del Turkestán, y Abu Jatab al Qahtani, uno de los líderes del Frente de la Conquista del Levante, anteriormente denominado Frente al Nusra.

Al Turkistani era considerado como uno de los diez principales líderes yihadistas en Siria, mientras que Al Qahtani luchó en el pasado en las filas de Al Qaeda en el Yemen y Afganistán.

El tercer cabecilla muerto se llama Abu Moatasem al Diri, de nacionalidad siria.

Además, otros cinco miembros del Frente de la Conquista murieron en un ataque aéreo en la misma zona de la provincia de Idlib, que está controlada casi en su totalidad por grupos rebeldes islamistas, entre ellos la exfilial de Al Qaeda en Siria.