Anne Hathaway en la gala benéfica del Metropolitan Museum de Nueva York. | Efe

TW
0

La actriz Anne Hathaway pone rostro desde este miércoles a la lucha de ONU Mujeres por implantar alrededor del mundo el permiso posnatal remunerado tanto para madres como para padres.

Hathaway se estrenó en su nuevo papel como embajadora de buena voluntad de esta agencia de Naciones Unidas coincidiendo con las celebraciones del Día Internacional de la Mujer.

En un apasionado discurso, la intérprete estadounidense defendió la necesidad de crear «un mundo en el que las mujeres y los hombres no sean castigados económicamente por querer ser padres».

Hathaway, que tuvo su primer hijo el pasado año, explicó cómo la maternidad le hizo plantearse de forma mucho más profunda cuestiones como el equilibrio entre carrera profesional y familia o el papel de los padres en el cuidado de los niños.

«La suposición y la práctica común de que las mujeres y niñas se ocupan del hogar y de la familia es un estereotipo tenaz que no solo discrimina contra la mujer, sino que limita la participación y la conexión del hombre», subrayó.

Según la actriz, la baja posnatal para madres y padres ofrece «libertad para definir roles, para elegir cómo invertir el tiempo y para establecer nuevos ciclos positivos de comportamiento».

La estrella de Hollywood insistió así en la importancia de ir más allá del permiso de maternidad y de ofrecer ese beneficio a ambos progenitores.

«En el mundo moderno, algunas familias tienen dos papás. ¿Cómo les ayuda a ellos la baja de maternidad?», apuntó como ejemplo.

«Para liberar a la mujer, necesitamos liberar al hombre», insistió.

Hathaway centró buena parte de su mensaje en Estados Unidos, «el único país de altos ingresos del mundo que no tiene permiso remunerado de maternidad» y que por ley ofrece únicamente a las madres doce semanas sin sueldo.

La actriz recordó que una de cada cuatro madres en el país regresan al trabajo solo dos semanas después de dar a luz porque no pueden permitirse más, mientras que muchas otras no disfrutan de las doce semanas aunque puedan hacerlo por miedo a verse perjudicadas en su carrera profesional.