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La organización terrorista Estado Islámico ha llevado a cabo este miércoles su primer atentado en Irán que ha tenido como objetivos el Parlamento y el mausoleo del ayatolá Ruholla Musevi Jomeini, el fundador de la República Islámica. Al menos doce personas han muerto y decenas han resultado heridas, de acuerdo con el balance de víctimas ofrecido por la prensa local, que aún no ha sido confirmado por las autoridades.

Alrededor de las 7.00 (hora local), cuatro hombres armados con fusiles de asalto y pistolas y disfrazados de mujeres se han abierto paso hacia el interior del Majlis -la sede legislativa de la República Islámica- disparando contra los guardias de seguridad apostados en la entrada.

Las autoridades han asegurado inicialmente que uno de los atacantes ha sido detenido y que la situación estaba controlada. De hecho, el presidente del Majlis, Alí Larijani, ha considerado que se trata de un «incidente menor». La sesión parlamentaria ha continuado y los diputados han difundido 'selfies' en las redes sociales.

Sin embargo, finalmente la Asamblea ha tenido que ser evacuada y la zona ha sido acordonada por efectivos de la Guardia Revolucionaria, la fuerza de élite de Irán. La prensa ha difundido imágenes de gente -también niños- descolgándose por la fachada de la sede legislativa.

Los medios iraníes han informado se que se ha producido una fuerte explosión en el interior del Congreso. Unas fuentes afirman que uno de los terroristas atrincherados, que retendría a unos varios rehenes -incluidos niños-, se ha inmolado. Otras fuentes, en cambio, dicen que son explosiones de granadas y otros artefactos.

En cualquier caso, el ataque contra el Parlamento sigue en marcha. El Estado Islámico así lo ha indicado a través de la agencia de noticias Amaq. Los milicianos de negro han difundido imágenes desde el interior del Majlis a través de sus canales habituales de propaganda, en la que sería la primera vez que retransmiten en directo uno de sus ataques.

Doble atentado

Casi de forma simultánea, se ha desatado un segundo tiroteo en otro punto de la capital iraní: el mausoleo de Jomeini. La tumba del ayatolá, el principal impulsor de la Revolución Islámica de 1979 que puso fin al régimen del sha en Irán, recibe la visita diaria de numerosos peregrinos desde distintos lugares del país.

En un principio se ha hablado de un solo atacante pero el gobernador de Teherán, Hossein Hashemi, ha precisado que se trata de cuatro: uno que ha sido abatido por las fuerzas de seguridad y tres que han sido detenidos. La prensa, por su parte, ha detallado que entre los terroristas habría al menos dos suicidas y una mujer.

La agencia de noticias Fars ha señalado además que los artificieros han logrado desactivar un artefacto explosivo en los alrededores del mausoleo de Jomeini. La cadena estatal Press TV ha informado además de que todavía hay disparos en este segundo punto.

En total han muerto siete personas y decenas han resultado heridas, según datos de la agencia de noticias Tasnim. En el ataque contra el Parlamento han muerto cinco personas y 25 han sufrido lesiones, entre guardias de seguridad y civiles que estaban de visita para reunirse con los representantes de sus circunscripciones electorales.

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Primer ataque en el país

El Estado Islámico ha reivindicado este doble atentado en Irán a través de un comunicado en Amaq y ha detallado que se han utilizado dos suicidas. El Ministerio de Inteligencia iraní ha precisado que los atacantes son miembros de dos células terroristas y ha revelado que han interceptado una tercera que también planeaba atentar en Teherán.

Se trata del primer atentado perpetrado por Estado Islámico en la nación persa. Hasta ahora, el grupo que dirige Abú Bakr al Baghdadi se había centrado en los países árabes, como Siria e Irak, donde combate directamente a las fuerzas de seguridad, y en los países europeos.

Lo cierto es que el Estado Islámico ha comenzado a difundir por sus canales habituales de propaganda materiales en farsi con la intención de aumentar su influencia sobre los suníes de Irán, que representan entre un cinco y un diez por ciento de una población de 80 millones de personas mayoritariamente chií.

El pasado marzo, la organización terrorista emitió un vídeo en farsi en el que instaba a la minoría suní a alzarse contra el régimen de los ayatolás. Después, publicó cuatro artículos en farsi en su revista 'Rumiyah', que significa 'Roma', en alusión a los profecías sobre la conquista musulmana de Occidente.

«Ya había publicado traducciones en farsi de artículos seleccionados pero esta parece ser la primera vez que lo hace en 'Rumiyah'», ha destacado Charlie Winter, investigador del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política (ICSR), citado por Radio Free Europe/Radio Liberty.

Para Winter, se trata de «una progresión lógica de lo que ya está pasando». El Estado Islámico cuenta con varios combatientes iraníes que, de acuerdo con Winter, habrían protagonizado atentados suicidas en Irak y Siria. «En nombre de Alá, soy Yasser, de Irán. Me he unido a Estado Islámico vía Telegram», dijo un joven en un reciente vídeo difundido en la provincia afgana de Nangarhar.

A pesar de los esfuerzos de Estado Islámico por reclutar insurgentes iraníes, de momento no habría tenido demasiado éxito. «El salafismo y la cultura persas son como el agua y el aceite, no se mezclan», ha explicado Alí Vaez, analista iraní del International Crisis Group. «Puede que haya descontento entre la comunidad suní, pero no es lo mismo que una revuelta interna», ha señalado.

Crisis en la región

Estos sucesos tiene lugar en plena crisis entre los países del Golfo por la decisión de Arabia Saudí y sus aliados de romper relaciones con Qatar, a quien acusan de apoyar a grupos terroristas y favorecer la agenda política de Irán, potencia rival del reino suní.

La nación persa está implicada en los principales conflictos regionales. En la guerra civil de Siria lucha junto al Gobierno de Bashar al Assad, mientras que en Yemen favorece a los huthis, que desafían la autoridad del Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, respaldado por Arabia Saudí.