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El Gobierno francés está instruyendo el cierre de tres mezquitas por apología del terrorismo, indicó este jueves el ministro del Interior, Gérard Collomb, que señaló que durante el periodo en que lleva en vigor el estado de emergencia, desde noviembre de 2015, se han clausurado 16.

Collomb, en una entrevista al canal de televisión «CNews», indicó que la justificación del cierre es que en esas mezquitas se pronuncian discursos de incitación a la comisión de actos terroristas.

Señaló que los servicios secretos han desbaratado desde enero siete atentados en Francia «que habrían podido causar muchos muertos», lo que a su juicio justifica que se prolongue hasta noviembre el estado de emergencia que está en vigor desde los ataques yihadistas perpetrados en Francia la noche del 13 de noviembre de 2015.

Desde comienzos de año también se han producido cinco acciones terroristas en el país, una de las cuales causó la muerte de un policía en la avenida de los Campos Elíseos de París el pasado 20 de abril, en plena campaña para las elecciones presidenciales.

De acuerdo con el anterior Gobierno, en 2016 se habían conseguido abortar 17 proyectos de atentados.

El ministro indicó que durante esta temporada estival se han movilizado 23.000 policías y gendarmes para garantizar la seguridad con ocasión de las vacaciones.

Preguntado sobre la crisis de la inmigración en el Mediterráneo, reiteró que su prioridad es «establecer un cierto número de acuerdos con los países de donde vienen esos inmigrantes» para que aquellos que no tengan derecho de asilo puedan ser devueltos allí rápidamente. Una cuestión que -anticipó- se va a abordar en una cumbre el próximo día 24 en Túnez con los países mediterráneos.

Teniendo en cuenta que el problema es que en Libia «no hay un Estado estable» y que eso ha propiciado la acción de «traficantes de una crueldad terrible», su idea es establecer al sur de ese país «una especie de cordón sanitario» para realizar controles allí.

De hecho, anticipó que los países europeos van a pedir al Alto Comisariado para los Refugiados de la ONU (ACNUR) que instale bases para tramitar las llegadas de los inmigrantes y «en el caso de los países seguros, devolverlos» a ellos.

En cuanto a los inmigrantes que se concentran en el norte de París en torno al centro humanitario de acogida temporal de potenciales demandantes de asilo que se abrió en noviembre, el ministro afirmó que «se va a examinar muy rápidamente su situación» para expulsar a los que no puedan acogerse al estatuto de refugiado.

«No queremos que haya 2.000-3.000 personas en la calle» y para evitarlo en un primer momento se van a repartir en diversos puntos de la región de la capital, indicó.