Beatrice Fihn, directora de ICAN, y Daniel Hogsta, coordinador, celebrando la obtención del Premio Nobel de la Paz. | DENIS BALIBOUSE

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La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) fue galardonada este viernes con el premio Nobel de la Paz, anunció el Comité Nobel Noruego, por alertar de «las catastróficas consecuencias humanitarias» de esos arsenales y por sus esfuerzos para lograr un tratado que los prohíba.

Esta coalición de asociaciones que se extiende por unos cien países ha sido una «fuerza motriz» y un «actor líder de la sociedad civil» del movimiento contra las armas nucleares y ha galvanizado esfuerzos para «estigmatizar, prohibir y eliminar» este tipo de armamento, apunta la argumentación del premio.

El Comité subrayó, como «importante argumento» para la prohibición de las armas, el «inaceptable sufrimiento humano» que provocan y destacó que otros tipos de armamento menos destructivo como las minas antipersonas, bombas de racimo y las armas químicas y biológicas ya han sido prohibidas por distintos tratados.

El Nobel destacó que el 7 de julio de este año 122 países firmaron un tratado internacional contra la proliferación nuclear, pero lamentó que ni «los países que tienen armas nucleares ni sus aliados» lo han ratificado, aunque EEUU, Rusia, Reino Unido, Francia y China han dado un primer paso en este sentido.

Este premio, agregó el fallo, es «también un llamamiento» a estos países para que inicien «negociaciones serias» para la eliminación de las «15.000 armas nucleares que hay en todo el mundo».

ICAN sucede en el palmarés al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien fue distinguido por sus «decididos esfuerzos» por llevar la paz a su país tras 52 años de conflicto armado, una decisión que se anunció días después de vencer el «no» en el referéndum colombiano a los acuerdos con la guerrilla de las FARC.