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La Fiscalía Estatal de Erfurt (este de Alemania) aseguró que el envío sospechoso detectado en la sede del gobierno regional del Land de Turingia no es un paquete bomba, como en un primer momento se había temido.

Hannes Grünseisen, portavoz de la fiscalía, explicó que las primeras investigaciones policiales han evidenciado que el paquete no contiene ninguna sustancia peligrosa o explosiva, sino varios catálogos enrollados unos sobre otros.

No obstante, el personal de correos, al pasar el paquete por un aparato de rayos X, creyó que el envío podría contener una granada de mano y alertó a la policía, explicó el portavoz del Ejecutivo de Turingia, Günter Kolodziej.

El bulto les había resultado sospechoso porque estaba dirigido al jefe de gobierno de Turingia, Bodo Ramelow, del partido La Izquierda, y no tenía remite.

El incidente se produjo tres días después de que el pasado viernes la policía de Potsdman (este de Alemania) evacuase un mercadillo navideño tras detectar un paquete sospechoso destinado a una farmacia.

El ministro del Interior del Land de Brandeburgo, Karl-Heinz Schröter, explicó este domingo que tras este paquete, que según la policía podría haber explotado, se esconde un chantaje millonario contra el servicio de paquetería DHL.

Este objeto había sido entregado por un mensajero de esta empresa en una farmacia cercana al mercadillo, pero su dueño alertó a la policía al desconfiar del contenido.

Schröter agregó que «con práctica seguridad» el objetivo de esta acción no era el mercadillo navideño.