El vídeo, que mostraba a una pareja en pleno acto sexual, se proyectó el martes durante unos 30 segundos en una gran pantalla publicitaria en la intersección de dos de las principales avenidas de Makati, una de las urbes que componen la gran ciudad de Metro Manila y su principal centro financiero y de negocios.
El acontecimiento fue compartido en las redes sociales por numerosos viandantes y automovilistas que pasaban por el lugar, y que en general reaccionaron a las imágenes con risas y comentarios jocosos.
«La gente en la calle se volvió loca. Todos señalaban el vídeo, reían y algunos hasta silbaban y jaleaban a los protagonistas de la película», explicó a Efe el oficinista filipino de 29 años Mike Canlas, que fue uno de los testigos de la escena que se ha vuelto viral en todo el país.
La situación no ha hecho gracia alguna al Ayuntamiento de Makati, cuya alcaldesa, Abigail Binay, anunció la investigación para aclarar los hechos y depurar responsabilidades.
De momento, la pantalla ha sido apagada por orden municipal y el Consistorio ha retirado provisionalmente la licencia para operarla a la empresa local que la tenía, llamada Globaltronics.
En Filipinas, un país mayoritariamente católico, la pornografía está prohibida, si bien las autoridades no se muestran excesivamente estrictas al aplicar restricciones en este ámbito.
2 comentarios
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Ampollas no es lo que ha levantado el dichoso vídeo...
... si jalear a los actores, reirse y silbar señalando la escena, entiendo que los viandantes se lo estaban pasando en grande... no como "levantar ampollas", sino todo lo contrario... como en muchos otros sitios, la gente va por un lado, y los gobernantes -condicionados por las religiones- van por otro muy distinto...