La policía investiga cómo la pareja se encontraron con un objeto contaminado con Novichok, que fue desarrollado por el ejército soviético durante la Guerra Fría. | Reuters

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Una mujer británica murió el domingo después de ser envenenada con el mismo agente nervioso que un exespía ruso en marzo, cuando se desató una crisis en las relaciones entre las capitales occidentales y Moscú.

Dawn Sturgess, de 44 años, murió tras ser expuesta al Novichok el 30 de junio en el oeste de Inglaterra, a unas pocas millas de donde el doble agente ruso Sergei Skripal y su hija fueron atacados con el mismo veneno hace cuatro meses.

La muerte de Sturgess estaba siendo investigada como homicidio, dijo la policía en un comunicado.

La primera ministra británica Theresa May dijo que estaba horrorizada y conmovida por el fallecimiento.

La policía dijo que estaba investigando cómo Sturgess y un hombre de 45 años de edad, identificado por los medios como Charlie Rowley, se encontraron con un objeto contaminado con Novichok, que fue desarrollado por el ejército soviético durante la Guerra Fría.

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El ataque de marzo contra los Skripal condujo a la mayor expulsión occidental de diplomáticos rusos desde la Guerra Fría, ya que los aliados se pusieron del lado británico al considerar que Moscú o bien era responsable o había perdido el control del agente nervioso.
Moscú contraatacó con expulsiones de diplomáticos occidentales.

Tras la muerte de Sturgess el domingo, el ministro británico del interior, Sajid Javid, dijo que «la noticia desesperadamente triste solo fortalece nuestra determinación de hallar exactamente qué fue lo que ocurrió».

El jefe de la policía británica antiterrorista, el comisario asistente Neil Basu, dijo que Sturgess, madre de tres hijos, murió como resultado de «un acto atroz, temerario y bárbaro». El hombre de 45 años permanecía en estado crítico en un hospital.

El envenenamiento en marzo de los Skripal con Novichok fue el primer uso ofensivo conocido de semejante arma química en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.

Rusia, donde actualmente se juega el Mundial de fútbol, ha negado cualquier participación en el caso Skripal y sugirió que los servicios británicos de seguridad habían realizado el ataque para agitar la histeria contra Moscú.