Postes de la luz semi caídos tras el paso del huracán Florence, en Wilmington, Carolina del Norte. | JIM LO SCALZO

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El huracán Florence dejó al menos cuatro muertos este viernes tras tocar tierra en Carolina del Norte, derribando árboles y anegando calles con lluvias torrenciales a su paso antes de disminuir la velocidad de su desplazamiento, lo que amenaza con días de inundaciones.

El centro del huracán entró en el continente por la costa de Wrightsville Beach, en Carolina del Norte, a las 1115 GMT, cerca de Wilmington con vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros por hora (kph), informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH). Para la tarde, la fuerza de los vientos había caído a 120 kph y se desplazaba hacia el oeste a 10 kph.

El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, dijo que Florence podría cubrir casi todo el estado con varios metros de agua. En tanto, el experto del Servicio Meteorológico Nacional Brandon Locklear estimó que Florence podría hacer caer el equivalente a lo que llueve en ocho meses durante dos o tres días.

Las autoridades de New Bern, una ciudad de unos 30.000 habitantes que data de principios del siglo XVIII, dijeron que más de 100 personas fueron rescatadas de las inundaciones y que el área del centro estaba bajo el agua.

Imágenes de video de varias ciudades en Carolina del Norte y del Sur mostraron que el personal de emergencias avanzaba a través de la crecida de las inundaciones en barrios residenciales.

Se espera que el presidente Donald Trump viaje a las áreas afectadas por Florence la próxima semana, una vez que se determine que su llegada no interrumpirá los esfuerzos de rescate o recuperación, dijo la Casa Blanca.

Unas 60 personas, entre ellas muchos niños, fueron evacuados de un hotel en Jacksonville, Carolina del Norte, luego de que fuertes vientos hicieron colapsar partes del techo, dijeron funcionarios locales. Nadie resultó herido.

Más de 722.000 personas se habían quedado sin electricidad en Carolina del Norte el viernes, dijeron funcionarios estatales. Las compañías de servicios públicos dijeron que se esperaba que millones perdieran acceso a la energía y que su restauración podría llevar semanas.

Los meteorólogos dijeron que el tamaño extremo de la tormenta hacía que pudiera azotar la costa este de Estados Unidos con vientos huracanados durante casi un día completo.

Alrededor de 10 millones de personas podrían verse afectadas por la tormenta y más de un millón recibieron órdenes de evacuar las costas de las Carolinas y Virginia. Casi 20.000 personas se han refugiado en 157 instalaciones de emergencia, dijo Cooper.