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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ha visto envuelto en una nueva polémica al haberse fotografiado durante su visita a las antillas francesas con un joven que acababa de salir de prisión y otro que hacía un gesto ofensivo con el dedo.

Unas dos semanas más tarde de ser censurado por dar consejos a un joven desempleado francés, Macron se situó en el ojo del huracán mediático por la instantánea tomada este fin de semana junto a dos jóvenes durante su viaje a la isla caribeña de Saint-Martin.

En ella, el presidente francés sale retratado en medio de los dos, uno de ellos con el torso desnudo y otro con una camiseta de tirantes de la que colgaba un grueso collar.

Macron «se está convirtiendo en un actor de cine y se está equivocando de papel», lamentó hoy en el canal «BFMTV» Geoffroy Didier, diputado europeo del principal partido opositor, el centro-derechista Los Republicanos (LR), quien criticó especialmente que el jefe de Estado se dejase fotografiar con un condenado por asalto.

La líder ultraderechista Marine Le Pen reaccionó el mismo domingo en Twitter y consideró «imperdonable» el gesto del presidente francés.

El propio Macron aclaró ante la prensa que la foto se la hizo después de que los dos jóvenes le trajesen a una chica con discapacidad que quería saludarle. Asimismo, contó de dónde venían los dos: el que hizo el gesto estudia formación profesional y el otro acaba de abandonar la prisión y está en búsqueda de empleo.

«Lo que me hizo ganar a Marine Le Pen (derrotada en las presidenciales de 2017) es el hecho de que amo a cada hijo de la República, a pesar de las tonterías que puedan haber hecho», señaló.

El presidente francés añadió que «hay que dejar de pensar» que porque la juventud de «un cierto color» -en alusión a los chicos negros con los que se fotografió- se haya equivocado alguna vez en su vida, no puedan aprender de sus errores.

En plena caída de popularidad en los sondeos, Macron protagonizó otra polémica a mediados de septiembre, cuando conminó a un desempleado horticultor a que se reconvirtiese y «cruzase la calle» para buscar empleo en los restaurantes.