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El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este viernes una prohibición a las aerolíneas estadounidenses para que vuelen a todos los aeropuertos de Cuba, a excepción del de la capital, La Habana, a partir del 10 de diciembre.

El Departamento de Transportes ha indicado en su notificación que la decisión ha sido adoptada a petición del secretario de Estado, Mike Pompeo, «para ampliar la política de la Administración de aumentar las consecuencias económicas sobre el régimen de Cuba por su represión contra el pueblo cubano y su apoyo a Nicolás Maduro en Venezuela».

El portavoz de la Casa Blanca Judd Deere ha confirmado la decisión pero no ha hecho comentarios sobre la misma, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.

La medida afecta de esta forma a nueve aeropuertos internacionales en la isla e impacta sobre ocho vuelos al día, tal y como ha recogido la agencia de noticias Reuters. La prohibición no afecta a los vuelos chárter. En estos momentos no hay aerolíneas extranjeras que realicen vuelos directos entre Estados Unidos y Cuba.

El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha expresado inmediatamente a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter su rechazo «enérgico» a la «nueva medida de bloqueo de Estados Unidos contra Cuba».

«Endurece la prohibición de viajar a sus ciudadanos y mutila sus libertades. Daña vínculos pueblo a pueblo. No nos arrancarán concesiones. Venceremos», ha remachado.

Más tarde, Pompeo ha confirmado que había pedido a la secretaria de Transporte estadounidense, Elaine Chao, que «suspendiera el servicio aéreo entre Estados Unidos y todos los aeropuertos cubanos, a excepción del Aeropuerto José Martí de La Habana».

Asimismo, el secretario de Estado ha señalado que la medida «evitará que el régimen de Castro se beneficie de los viajes aéreos estadounidenses y use los ingresos para reprimir a los cubanos».
La decisión ha sido anunciada una semana después de que el Gobierno estadounidenses anunciara nuevas sanciones contra Cuba debido a «la represión a su propio pueblo» y «su continuado apoyo al ilegítimo régimen» de Maduro.

El Departamento de Comercio indicó en un comunicado que «restringirá aún más el acceso del régimen cubano a los aviones comerciales y otros bienes» a través de la Oficina de Industria y Seguridad (BIS).

En este sentido, ha argumentado que La Habana «recurre al transporte de turistas en aparatos alquilados sujetos a jurisdicción del BIS para generar ingresos para sus actividades ilícitas».

Por ello, recalcó que la oficina «revoca las licencias existentes para el alquiler de aviones a aerolíneas propiedad del Estado cubano y denegará futuras solicitudes para el alquiler de aparatos».

El Departamento resaltó además que «adicionalmente, la BIS expande las sanciones a Cuba para incluir más bienes extranjeros que contienen partes estadounidenses e impone restricciones adicionales a las exportaciones del régimen cubano».

«Esta acción del Departamento de Comercio envía otro mensaje claro al régimen de Cuba: que debe cesar inmediatamente su comportamiento destructivo a nivel nacional e internacional», dijo el secretario de Comercio, Wilbur Ross.

«La Administración (de el presidente estadounidense, Donald) Trump continuará actuando contra el régimen de Cuba por sus fechorías, al tiempo que sigue apoyando al pueblo cubano y sus aspiraciones de libertad y prosperidad», zanjó.